Con motivo de la publicación del nuevo álbum de Biznaga, 'Bremen no existe' (Montgrí, 2022), ElPlural.com ha mantenido una conversación con Jorge Navarro, bajista y letrista del grupo de punk. Y vaya letrista. Porque este disco es un recital de conceptos, crítica e ironía. Pero, también un toque de atención. Una conversación con el oyente y un disco que habla desde el nosotros. 

Pregunta: 'Bremen no existe'. Lo primero, la portada. Vemos a unos Trotamusicos bastante decadentes.

Respuesta: El título cobra sentido cuando visualizas la portada. Salió en el momento en el que componíamos las canciones y queríamos hacer ilustración. Se la encargamos a un artista madrileño llamado Manuel Donada, especializado en marginalizar dibujos clásicos. Buscando referentes vimos en los Trotamúsicos puntos de interés bastante claros. Además, es algo bastante generacional y el tono de las canciones también bascula ahí. En la problemática que viene persiguiendo a nuestra generación. Al releer el cuento de los hermanos Grimm y al darte cuenta de que termina sin que los músicos lleguen a Bremen, ves que lo importante es el camino y hacerte fuerte como colectivo. Y ahí Bremen coge un sentido metafórico como una especie de futuro, porvenir, expectativas que no llegan a materializarse. Y de eso hablan las letras.

P: Algo que queda claro desde el segundo uno de la primera canción, 'Líneas de Sombra': “Ahora que tenemos treintaytantos, que no nos une el amor sino el espanto, la euforia es el disfraz de la desafección y dura lo que dura un video de TikTok, brillamos como el sol y alrededor los problemas”.

R: No está elegida al azar. Musicalmente es muy de apertura de disco y además, a nivel discursivo, tiene todo el sentido para introducir la idea general. Se basa en recuperar parte de la intención de Joseph Conrad con La línea de sombra. Trata sobre un postadolescente que se echa a la mar y se hace adulto ahí. Desde un tiempo a esta parte, hay cierto peterpanismo y la circunstancia socioeconómica no permite la emancipación e independencia. Para formar familias, por ejemplo, y emprender proyectos para los jóvenes. Al final, eso lo que hace es ensanchar la línea de sombra. Ya ni de coña son los 18 años el paso a la edad adulta. Tenemos treintaypicos años y, en parte ni queremos ni podemos hacernos adultos. Hay otras líneas de sombra y actualizamos ese concepto.

P: Esa crítica Anairissimoniana.

R: Los extras del capitalismo. El envoltorio, la carcasa. Que se pueden materializar en una suscripción a una o diez plataformas, poder viajar low cost y poder generar un relato superficial. Eso no deja ningún poso.

P: Es recurrente el uso del nosotros y del tú y yo. 

R: Queremos involucrar al mayor número de personas. La canciones, al ser más melódicas y con letras depuradas y accesibles, conllevan la intención de apelar al oyente y atraer gente.

Jorge Navaro, letrista y bajista de Biznaga. Autor Gonzalo Arce

Jorge Navaro, letrista y bajista de Biznaga. Autor Gonzalo Arce

P: Te querría preguntar por 'Madrid nos pertenece'. ¿Qué relación tenéis con esta ciudad? Y, ¿qué intención habéis buscado con este tema?

R: Puede tener diferentes interpretaciones. Puede ser ambigua y eso me gusta. No he querido hacer un himno a un Madrid concreto que se circunscriba a una escena o a una gente en concreto. De lo que habla es de recuperar la calle como un espacio público en el que se puedan iniciar movidas de diferente índole. Ya sean sociales o culturales. Una llamada a no perder el entusiasmo después de una época de restricciones y que se va a aprovechar para cercenar libertades. La ciudadanía pierde cada vez más beneficios que se consiguieron a través de la lucha. No se sabe dónde vamos a acabar, pero debemos volver a la calle sin perder el entusiasmo. Ese Madrid es al que apelamos. 

P: También en esta canción hay una posición frente al nihilismo que se puede ver en la frase: “No digas más joder, no sé”. Por cierto, es imposible no acordarse de Carolina Durante al escucharlo.

R: No rechazamos esa interpretación porque está ahí. Y éramos conscientes de que nos preguntarían por ello. La verdad es que lo escribimos sin pensar en ellos pero después caímos en que Carolina Durante tiene una canción que se llama así y que además es un himno generacional.

P: Un temazo, por cierto.

R: A mí me encanta. Pero es una canción desmovilizadora con un desencanto paralizante. 'Nunca decido hacer nada porque dudo absolutamente de todo y por eso me quedo quieto'. Además, ese concepto está bien apoyado por un videoclip en el que aparecen tirados comiendo pasteles. No se trata de un beef porque somos colegas y nos llevamos muy bien. No evitamos la pregunta, pero no surgió por ellos. Por otra parte, Madrid nos pertenece está en las antípodas de Joder, no sé por lo que cuentan ambas. Y eso refuerza aún más el choque. Y nuestra la canción termina con “nos vemos a las 10 en el sitio de siempre, YA LO SABES”.

P: El tuitero Entrepreneur Concurseitti (@ex_emprendedor) escribe que Cómo escribimos adalides de la nada “es un ejercicio intrametamusical diciendo 'ey, que es que estamos igual o peor'".

R: Es un diálogo intergeneracional y está colocada en un sitio estratégico, cierra la Cara A y engloba todo lo que hemos comentado. A través de una canción nuestra de hace 10 años, que fue la primera que compusimos, recuperamos el tiempo para hablar de cómo eramos antes, en los estertores del 15M, cuando había inestabilidad laboral por nuestra parte, curros precarios, alto paro juvenil. Y nos preguntamos qué ha cambiado, si la situación ha mejorado. Y quiénes son los adalides de la nada actuales, esos que tienen la edad que teníamos nosotros entonces. Es una metacanción para hablar sobre qué ha pasado.

P: Hay un grupo que es necesario sacar a relucir para hablar de Biznaga en estos 10 años: Eskorbuto. Hacéis una referencia a su álbum Demenciales chicos acelerados en 'Domingo especialmente triste' con la línea 'digitales chicos acelerados para el domingo, pobres con fibra más móvil más fijo'. ¿Qué ha significado ese grupo?

R: Quizás este disco sea el que menos se parece a Eskorbuto pero, por supuesto, hay trazas todavía. La intención de la voz, la manera de enfocar las canciones… Siempre ha sido una referencia ineludible. También Parálisis Permanente. Y otras referencias.

P: ¿Ilegales, por ejemplo? En Madrid nos pertecene habláis también de “tiempos nuevos, tiempos salvajes”.

R: No es palpable a nivel estilístico pero nos gustan mucho a los cuatro. De manera espiritual e inspiracional siempre han estado presentes. Referentes de cómo hacer rock en español, con buenas letras, sin renunciar al macarrismo. Como un faro. Hemos mamado del espíritu de los grupos de los años 80 en España. Algunos se manifiestan claramente y otros no.

P: Respecto a esa década. Una época en la que España se abre al mundo y se la viste de moderna y desenfadada, tras el franquismo, pero que esconde detrás grandes problemas para la clase trabajadora como las políticas neoliberales, las reconversiones industriales, la marginalidad, heroína…

R: En Espíritu del 92 hablamos de ello. Lo centramos en ese año por lo simbólico, pero el proceso comienza 10 años antes con la victoria socialista. En aquel año se conmemora el aniversario del Descubrimiento de América, las Olimpiadas de Barcelona, la Expo de Sevilla. Es la entrada oficial de España en la modernidad. Ahí te ponen el pin de Europeo. A nivel cultural se hizo con la Movida Madrileña. Que se vea que España es un país avanzado. Por el contrario está la cara b, la cara oficiosa. La reconversión, el paro, los GAL, el descontento social… No era oro todo lo que relucía y esa historia no se ha contado. De creernos el relato, viene el choque con la crisis de 2007. Las cosas no surgen por combustión espontánea. Hay que mirar al pasado. El disco lo hace mucho. Trata de ser un diálogo entre pasado, presente y futuro.

P: En la Móvida había exponentes que huían de ese discurso colectivo, popular y social. Había que irse al Rock Radical Vasco para escuchar la problemática social y también al flamenco, que, por cierto, era la que más espacios comunes creaba en España.

R: Se daban fenómenos diferentes en el mismo tiempo. Por un lado Euskadi, luego el flamenco como la música de los barrios. Pero también el heavy. Frente a todo esto, la modernidad, el colorín y la pretendida posmodernidad. Y ahí había grupos de farsantes y advenedizos y otros con discursos interesantes. Hay que saber distinguir el grano de la paja. A mí me gustan muchos de esos grupos y no demonizo tampoco la época. Aunque era evidente que tenían un discurso más desmovilizador, despolitizado, frívolo. Fácilmente absorbibles por la política neoliberal. Una cáscara atractiva para vender ideas. Sin riesgo ni peligro. Por eso se dice que se la adueñó el poder. De hecho, al PSOE le vino increíble. Era importante ganar la batalla cultural.

P: Algo todavía vigente en la actualidad.

R: Siguen siendo primordiales las batallas culturales.

Jorge Navaro, durante la entrevista. Autor Gonzalo Arce

Jorge Navaro, durante la entrevista. Autor: Gonzalo Arce

P: Hay una reflexión sobre las generaciones anteriores y también con la vuestra en Contra mi generación.

R: Era fundamental. Hay que tener autocrítica. La definimos como una carta amor-odio. Hacemos una especie de radiografía de diferentes perfiles de gente de nuestra edad. Es algo aglutinador, que no expulse. Pero para hacer una especie de tirón de oreja aunque dejando espacio para la esperanza. Lo que no se pudo, quizás estamos a tiempo. Nunca es tarde para recuperar viejos entusiasmos.

P: No sé como percibes a la izquierda política actual y si consideras que está abandonando esas políticas materiales frente a unas más identitarias y de panfleto.

R: Es un debate muy amplio y complejo. Me interesa el concepto de la interseccionalidad. Y este disco pretende defenderlo. Que no expulse nadie. Aunque tampoco se puede abandonar el concepto de clase. Que atraviesa a muchos perfiles de personas. Porque la clase es más aglutinadora que una identidad en concreto. Las otras batallas son vitales y no se puede renunciar a ellas. Conozco el debate aunque no tengo una opinión en concreto por la que luchar con uñas y dientes. Estoy abierto a escuchar cualquier tipo de posición y discutirla. Muchas veces estas batallas pueden pecar de estériles en el seno de la izquierda y eso desmotiva. Es importante tener conciencia crítica dentro del amplio movimiento de la izquierda cuyo sino es pelearse. Pero tiene que ser de forma constructiva. Sin cancelaciones ni cazas de brujas.

P: Continuando con el resto de canciones. Se me ha hecho difícil captar la esencia de La escuela nocturna.

R: Presenta muchas cosas. Transcurre en un territorio fantasmal, bajo un aura espectral. Molaba ese ambiente enrarecido y la noche se presta a ello. Pululamos por ahí sonámbulos.

P: ¿Como narcotizados? No sé si es una crítica a un consumo de drogas y a una especie de hedonismo que evita pensar en una transformación de tu realidad frente a una posible alienación.

R: No va por ahí. Podría tener esa interpretación pero no está concebida para ello. Es más una descripción fantasmal de lo que puede ser la noche como espacio tiempo. Como antagonista del día, momento que invita al orden y a las responsabilidades. Cómo la noche es un momento de evasión y liberación pero al mismo tiempo no, porque las pesadillas afloran y los fantasmas vuelven. Apela al anhelo, la esperanza de encontrar algo mientras vas como un fuego fatuo. Como un brillo que en realidad forma parte de un cadáver. Dentro de la putrefacción todavía hay puntos de belleza. Está en esa dualidad. Es un tema etéreo, ambiguo.

P: Luego también, en Todas las pandemias del mañana, reflejáis una visión negativa del ser humano: “Somos el puto virus, el puto cáncer, el bicho que hay que erradicar”.

R: Es la canción más pesimista del disco. Fue escrita en la época más dura del confinamiento. Viendo cómo cada cierto tiempo hay una especie de crisis o colapso y que todas, vienen en mayor o menor medida por la mano del hombre o su mala gestión. Responde a eso. Que por mucho que encontremos una vacuna necesitamos una contra nosotros mismos porque pasado mañana pasará otra cosa. En la siguiente nos vemos.

Biznaga. Autora Carmen Morago

P: Filosofxs intempestivxs. El uso del lenguaje inclusico, ¿a qué responde?

R: Las letras del disco aparecen así. Es la primera vez que lo hacemos y responde a la intención de no dejar a nadie fuera. Vale que lo ha escrito un hombre cis hetero y lo está cantando otro. Pero quien lo lea, sea lo que sea, tiene que entender que ha habido por parte de los autores una intención de que pueda sentir las emociones del disco. ¿Por que nadie va a quedarse fuera? Es un nosotros en su amplio sentido.

P: Me ha hecho mucha gracia la canción, un análisis perfecto del típico cuñado modernete de after. Que podemos ser en algún momento cualquiera de nosotros.

R: Es la más sarcástica y paródica de todas. Y nos incluimos ahí.