El EACC Espai d'Art Contemporani de Castelló, presenta la exposición 'El árbol de la rabia', que podrá visitarse del 10 de marzo al 12 de junio. Comisariada por Semíramis González, el título parte de un verso de la escritora afroamericana, feminista, y lesbiana Audre Lorde y busca reunir algunos de los temas centrales que han preocupado al feminismo en las últimas décadas de manera global.

A partir de estas ramas diversas de un árbol feminista, las ocho artistas que forman parte del proyecto han sido reconocidas por unos trabajos atrevidos y contestatarios a lugares y espacios donde sus discursos no son, a menudo, bien recibidos. Regina José Galindo, Kubra Khademi, Julia Galán, María María Acha-Kutscher, Marina Vargas, Ana Esteve Reig, Fatima Mazmouz y Beth Moysés manifiestan cómo la igualdad de género sigue siendo una cuestión prioritaria en la agenda política de cualquier país, independientemente del lugar en el que se encuentren los derechos humanos de cada lugar.

Desde artistas nacionales e internacionales, esta exposición pone de relieve cómo el arte es una herramienta prioritaria para denunciar la violencia que sufren las mujeres y como las artistas utilizan las herramientas visuales a su alcance para hacer llegar su denuncia a cualquier parte.

“El árbol de la rabia” recoge obras de ocho artistas feministas que están dialogando globalmente y cuyas obras y temáticas son universales; pero también es una exposición que, sin poder abarcar todas las cuestiones que atañen a la agenda feminista hoy, recoge una amplia mirada (tanto en el origen de las artistas como en sus obras) que nos permite reflexionar sobre lo difícil que sigue siendo nacer mujer hoy en cualquier parte del mundo.

Según las estadísticas mundiales, 1 de cada 3 mujeres en el mundo ha sufrido violencia física o sexual por parte de su pareja o expareja. En el caso español, la mitad de las mujeres de nuestro país han sufrido algún tipo de violencia machista en su vida.

'El árbol de la rabia' es una exposición que parte de esa rabia como impulso transformador, especialmente a través del arte y el activismo, el grito conjunto de las artistas por denunciar esta violencia. A partir de las palabras de Audre Lorde, las ocho artistas de esta exposición nos invitan a reflexionar sobre nuestro papel para cambiar la realidad de las mujeres y las niñas; como dice Chimamanda Ngozi Adichie, “todos deberíamos ser feministas”.

OBRAS Y ARTISTAS

Regina José Galindo

Aparición, 2022

A partir de los datos de las mujeres asesinadas por violencia machista en España en 2021, un total e 43, Regina José Galindo hace “aparecer” estas figuras que visibilizan y denuncian las que ya no están.

El trabajo performativo APARICIÓN llama la atención sobre el asombroso número de feminicidios y violencia de género contra las mujeres en España y en todo el mundo. Estos cuerpos, estas mujeres anónimas, aparecen inesperadamente en el espacio público de Castellón como un monumento viviente para las asesinadas. Al mismo tiempo, se publicarán imágenes de la campaña en las redes sociales, difundiendo cómo estas presencias son, en realidad, la visibilidad de las ausentes, las que no estarán más, las asesinadas por el machismo.

Aparición. Regina José Galindo

Kubra Khademi

La artista afgana Kubra Khademi reivindica con sus dibujos una libertad que, para las mujeres, está negada en Afganistán, especialmente bajo el régimen talibán. Imágenes donde las mujeres aparecen desnudas, en actitudes sexuales y de libertad o donde se refleja aquello que para ellas está vedado en el país. Khademi habla de la condición de la mujer y analiza los vínculos entre generaciones, pero lejos de expresarse con patetismo, llena sus dibujos con cuerpos lúdicos, frívolos y desnudos.

Kubra Khademi

Julia Galán

Proyecto #Cuerpos en Rebeldía, 2022
 

A través del proyecto Los derechos no tienen nacionalidad Galán aborda la situación actual de las mujeres en el mundo. Nos habla del uso político del cuerpo en los movimientos feministas por la igualdad del siglo XXI, que tendrá un territorio en disputa: el propio cuerpo de las mujeres y las herramientas movilizadoras que han utilizado en este siglo para continuar despatriarcalizando su cuerpo y su vida, que se regulan desde diferentes ámbitos: religión, moral, costumbres, educación, familia, medicina, publicidad, estética o el derecho. El proyecto consta de tres acciones: fotografía, video y una posible acción colaborativa en redes.

Serie de Fotografías

Ocho fotografías que muestran cuerpos de las mujeres ocultados, amordazados, asfixiados por las banderas de diferentes países. En estas fotografías el cuerpo de las mujeres es el campo de batalla y un reflejo del control sobre el cuerpo y territorial con el simbolismo de las banderas.

Fotografías Julia Galán

Vídeo Los derechos no tienen nacionalidad

Un video que se desarrolla de un modo fragmentario y abierto, en donde se muestran el contrarresto a la creciente ola de violencia ejercida sobre las mujeres a través de movilizaciones en el espacio público. En el video se superponen imágenes tomadas de diferentes manifestaciones feministas en las calles alrededor del mundo con la narración de palabras que forman parte de lucha feminista.

Vídeo Julia Galán

María María Acha-Kutscher

Serie Indignadas del proyecto Women Working for Woman, 2012-2021

Indignadas consiste en un registro visual de la participación femenina en las protestas públicas a nivel global. El registro incluye movimientos sociales como el 15M (España), Occupy Wall Street (Nueva York), y movimientos feministas como Femen, Pussy Riot, SlutWalk y Alfombra Roja (Perú). La artista convierte fotografías de prensa y de testigos de estas protestas en dibujos que se imprimen en lonas de gran formato para su exhibición en espacios públicos. El objetivo de la serie Indignadas es hacer visible, reclamar y poner a las mujeres en el centro de esta lucha social. Un registro de memoria que recuerde a las generaciones futuras que los cambios sociales a través de la historia fueron realizados por mujeres y hombres conjuntamente. Los dibujos muestran un cuerpo femenino que no se ofrece como soporte para los ojos del hombre, sino como soporte para el mensaje político. Al transformar las fotografías en dibujos, las ubico en una supuesta "atemporalidad" del arte. Esta es otra manera de conectar con la sociedad, usando el lenguaje del arte para inmortalizar estas acciones, difundir la protesta y preservar la memoria de las mujeres.

Indignadas, de María María Acha Kutscher

Marina Vargas

Romper el canon, 2021

Si en 1771 el retrato de los académicos de la Royal Academy londinense que hizo Johan Zoffany se convertía en un icono de la exclusión de las mujeres (las dos académicas fundadoras -Angelica Kauffmann y Mary Moser- no aparecen como presentes, ya que habría sido inapropiado que asistieran a una clase de dibujo al natural en persona: así que Zoffany las incluye mostrando sus retratos colgados en las paredes), la obra que Marina Vargas lleva desarrollando en los últimos años juega precisamente a romper ese canon masculino que se ha perpetuado en las artes. Además de la mujer como sujeto activo en esta obra, Vargas plantea el retrato de una mujer sin un pecho, tras una operación por cáncer de mama. De esta manera, la artista rompe en canon de manera múltiple: ella es la modelo, pero ella es la que encarga que la retraten (sujeto activo), escoge a sus retratistas (artistas de diversas disciplinas, algunos con extensa carrera), transforma la representación estereotipada del cuerpo femenino, planteando un cuerpo sin un pecho, un cuerpo en transformación, y finalmente pide estos dibujos a los retratistas para hacer un gran mural que subvierta el canon. Estos mismo, otras formas de visualizar los cuerpos de las mujeres y romper el canon patriarcal, es una constante en el feminismo en el arte desde Griselda Pollock en los 80 hasta hoy.

Para la exposición se presenta la fotografía del día que se hicieron los retratos, los dibujos de los artistas que participaron y un pequeño vídeo que documenta la acción.

Romper el canon de Marina Vargas

Ana Esteve Reig

Doble Ficción, 2021

Doble Ficción es un vídeo en el que vemos varias escenas de acción interpretadas por mujeres. La pieza hace referencia directa a los mecanismos de ficción cinematográficos y a la figura del especialista de riesgo. La idea de rodar estas escenas viene dada al conocer que hasta hace bien poco los hombres doblaban los personajes femeninos en las escenas de riesgo, siendo muy pocas veces las que una mujer especialista podía doblar a los personajes femeninos. Con este trabajo Ana Esteve quiere dar visibilidad al sexismo que lamentablemente sigue existiendo en muchos oficios y profesiones. La idea surgió al conocer y leer la autobiografía de Julie Ann Johnson, la primera mujer doble especialista de riesgo de la historia del cine quién tras publicar su historia, fue la precursora del #metoo al contar todos los problemas y barreras que se encontraba al ser mujer para poder ejercer su profesión porque se creía que las mujeres no eran capaces de doblar escenas de riesgo. En consecuencia, la artista decide ponerse en contacto con el primer y único equipo femenino de especialistas de riesgo de España llamado Valkiria Stunts para doblar escenas en las que sepamos que el doblador era un hombre a pesar de que el personaje era una mujer.

El vídeo es el resultado de una colaboración estrecha con las componentes del equipo Valkirias Stunts. Esteve deja que ellas elijan las escenas, dándoles el protagonismo y visibilidad a un oficio que si está bien hecho, queda imperceptible a la mirada del espectador. El resultado ha sido un trabajo metódico de producción cinematográfica tratando de copiar plano a plano, seguir la coreografía de las luchas y del mismo modo, un montaje muy técnico y una edición de sonido (foleys) y banda sonora muy importantes para conseguir esa magia ficticia que tiene la imagen audiovisual cinematográfica. La obra es una coreografía violenta a modo de simulacro feminista reivindicativo en el que las protagonistas se hacen visibles para protagonizar aquello que hasta hace bien poco no se les permitía.

Doble Ficción, de Ana Esteve Reig

Fatima Mazmouz

Bouzbir, 2019

En este proyecto, Fatima Mazmouz se reapropia de las postales coloniales en las que aparecen jóvenes prostitutas marroquíes en Bousbir, un barrio militar de Casablanca, explorando cómo la explotación sexual de estas mujeres formaba parte de la dominación francesa. Mazmouz superpone un mosaico digital de pequeñas imágenes de vulvas y úteros. Los úteros simbolizan la matriz obscena del colonialismo, mientras que las vulvas reflejan la articulación de lo político y lo íntimo, en el corazón de la dominación colonial. Bouzbir busca crear un "cuerpo de memoria" para la ciudad de Casablanca. Al reelaborar estos documentos históricos y hacernos oír lo que han callado, Mazmouz los sitúa en una historia de la fotografía que es a la vez local, global y contemporánea.

Bouzbir, de Fatima Mazmouz

Beth Moysés

Mil ataduras, instalación, 2018

Beth Moysés, artista experimental brasileña, presenta una obra en línea con todo su trabajo, basado en el uso de materiales domésticos relacionados con el afecto y la violencia de género. Esta artista expresa su trabajo en diferentes formas de representación visual dentro de distintos campos multidisciplinares como la fotografía, el vídeo, la instalación y las performances. En “El árbol de la rabia” se presenta la instalación “Mil ataduras”, que realizó, a partir de una performance colaborativa en 2018 en la galería Fernando Pradilla: una mujer, víctima de violencia de género, confecciona un gran manto compuesto por fragmentos de vendaje blancos con las iniciales bordadas de las mujeres asesinadas en España por violencia machista.

Mil ataduras, de Beth Moysés

Vídeo 'Brotar sentidos', 2018

A través de la animación, en este vídeo de Moysés encontramos a grandes feministas referentes para la artista y para todas, como Ana Mendieta, Regina José Galindo, Jenny Holzer, Guerilla Girls, Louise Bourgeois… se trata de un vídeo que habla de la sororidad, de la unión entre mujeres que derriba las estructuras patriarcales.

Vídeo Brotar sentidos