La primera peregrinación por el cambio climático se está celebrando en Europa desde el pasado día 1 de octubre: partió de Roma con la bendición del Papa Francisco y el destino es París, donde a partir del 30 de noviembre al 11 de diciembre, fecha tope para alcanzar un nuevo acuerdo internacional sobre el clima que incluya a todos los grandes emisores se celebra la conferencia mundial de la ONU sobre el Clima.
El acuerdo de París deberá marcar una etapa decisiva en la negociación del futuro acuerdo internacional para después de 2020. Por primera vez en más de 20 años de negociaciones en la ONU, este futuro acuerdo sobre el clima será universal y vinculará a los mayores emisores de gases de efecto invernadero, tanto países desarrollados como países en vías de desarrollo.
Yeb Saño es un líder medioambiental filipino que ha desarrollado acciones a favor del medio ambiente en diferentes partes del mundo y desde el día 1 de octubre está caminando hasta París. La acompañan unas doscientas personas. La filosofía de esta organización se basa en el trabajo de las personas: “Un futuro mejor es posible, pero sólo si lo hacemos por nosotros mismos. El cambio climático es un desafío demasiado grande para dejar a los políticos solos. Los políticos tienen que escuchar nuestras voces, y ver nuestras acciones sinceras. Al caminar juntos, vamos a mostrar el cambio climático como el gran desafío de nuestro tiempo - y que puede ser superado”.
Se pusieron en marcha desde la Ciudad del Vaticano, con una bendición directa del Papa Francisco. Las peregrinaciones de la gente, grandes y pequeñas están sucediendo en todo el mundo. La pasada semana, más de 200 personas de todos los credos y ninguno se unieron para caminar por la acción climática en Hong Kong. Cualquier persona, en cualquier lugar puede mostrar su solidaridad con una acción personal o colectiva que pueden colgar en la WEB http://peoplespilgrimage.org/ porque Peregrinación del Pueblo es una respuesta de código abierto desde el ser humano a la crisis climática. Es una manera para que todo el mundo -de todos los credos y ninguno- comparta esperanzas y temores, y llamar a la acción sobre el clima. No es propiedad de una sola organización, lo cual es una gran novedad.
Durante estos dos meses en París y otras ciudades francesas se están celebrando seminarios, reuniones y conferencias para terminar en la gran conferencia de la ONU que tratará de poner las bases para una mejora fundamental del medio ambiente. Hoy ya nadie duda de que los humanos sobre los grandes actores sobre nuestro entorno y de nuestras acciones depende el futuro del planeta y su pervivencia.
