En febrero de 2008 –hace 8 años- se inauguró en Noruega un impresionante refugio mundial de semillas con el nombre de "SVALBARD GLOBAL SEED VAULT" o "BOVEDA GLOBAL DE SEMILLAS DE SVALBARD". Un búnker excavado en el permafrost nórdico para conservar, en caso de un gran desastre mundial, una reserva de semillas que garantice la restauración de las especies vegetales mermadas o extinguidas donde fuese necesario.



Está localizado a unos 130 metros sobre el nivel del mar en el paralelo 78, a tan sólo 1.000 kilómetros del Polo Norte, en las montañas de Longyearbyen, del asentamiento de Spitsbergen, (la mayor isla del archipiélago noruego de Svalbard) y aparece enclavado en medio del paisaje helado como un cubo de hormigón. Es el almacén de semillas más grande del mundo, creado para salvaguardar la biodiversidad de las especies de cultivos que sirven como alimento en caso de una catástrofe mundial. Conocido popularmente como "Bóveda del fin del mundo" (en inglés Doomsday Vault) es capaz de resistir terremotos, impactos de bombas nucleares y demás desastres, ya que está compuesto en su totalidad de una instalación subterránea, cavada en el permafrost -capa del suelo permanentemente congelada en las regiones polares-. La instalación está diseñada para tener una vida casi "infinita", está diseñada para que dure eternamente, con temperaturas de 11 grados bajo cero.

Solo unos pocos están autorizados a entrar en el largo túnel que lleva hasta unas cúpulas perforadas en el interior del permafrost, terreno congelado permanentemente, y que actúa como un gigantesco congelador natural, para mantener, con una temperatura permanente de unos -18º, a las millones de semillas que se van almacenando allí enviadas desde todos los rincones del mundo. La localización ha tenido en cuenta todos los escenarios conocidos para el aumento del nivel del mar causado por el cambio climático global. La instalación también se ha situado tan profunda dentro de la montaña que los posibles cambios en el clima de Svalbard, no afectaría a la eficacia del permafrost. Esta sería una temperatura temporal, una copia de seguridad en caso de fallo técnico, como la pérdida de fuentes de alimentación para un período.

Las obras se iniciaron en marzo de 2007 y se inauguró el 26 de febrero de 2008, con 100 millones de semillas procedentes de un centenar de países de todo el mundo.  Los tres almacenes en que está dividida tienen capacidad para 2.000 millones de semillas, que sólo serán extraídas en caso de que se hayan agotado o se destruyan; mientras tanto se conservarán a 18 grados bajo cero, en cajas de aluminio cerradas herméticamente, lo que garantiza una baja actividad metabólica y un perfecto estado de conservación durante siglos. La bóveda es impermeable a la actividad volcánica, los terremotos, la radiación y la crecida del nivel del mar y, en caso de fallo eléctrico, el permafrost (capa de hielo permanentemente congelada) del exterior actuará como refrigerante natural.