Corría el año 2014 cuando este pueblo decidió llevar a cabo un concurso para que varios artistas presentaran proyectos que dotaran de vida propia a la localidad. La ganadora de aquella selección fue Elena Parlange, especialista en arte y restauración que durante un año trabajó hasta completar un total de 86 pinturas realizadas con acrílico sobre tabla, así como un gran mural que ocupa una parte importante de la Plaza Mayor del municipio protagonista de estas líneas.

El municipio es Fresnedillas de la Oliva y está ubicado a 50 km de la capital. Es verdad que disfruta de varios lugares interesantes, pero sin duda su mayor atractivo es esta particular ruta de las casas vivas. En la página oficial del Ayuntamiento encontraréis toda la información si estáis interesados en acudir a este sitio tan maravilloso.

Lo ideal es que apreciéis todas las pinturas, pero hay algunas que son especialmente llamativas, como la del perro que asoma la cabeza por encima de la puerta, la de los burros que parece que sacan cabeza por la ventana y la del caballo que se deja entrever al fondo de un callejón.

Pero la variedad es tal que en las imágenes apreciarás detalles de otros animales y oficios que han sido pasado, presente y, por qué no decirlo, seguirán siendo futuro del enclave; también de sitios y ámbitos que son Historia del municipio: sus bodegas, su naturaleza, su panadería… aunque lo mismo sobre sus fiestas y celebraciones. Para los más curiosos, tenéis que saber que la propia autora creó una web en la que se puede ver cómo eran esas casas antes de la remodelación y la manera de la que se aprecian ahora.

Como no podía ser de otra manera, Parlange también hace alusión a la fiesta principal del pueblo: la de La Vaquilla. No os dejéis engañar por el nombre, pues a pesar del título en ella no aparece ningún animal, sino que se trata de un festejo de tipo rural y ganadero que ya existía en épocas de Felipe II. En ella los hombres se visten en función de los trabajos -o la pillería- del pueblo, de manera que nos encontramos con el Vaquilla -el más ágil del pueblo, como el de la canción-, el Alcalde, el Alguacil, el Escribano o la Hilandera. A ellos se les suma un grupo de Judíos que va variando. Todo ello de una manera teatralizada que cada 20 de enero atrae a cientos de visitantes.

El imponente museo lunar de Fresnedillas

En Fresnedillas de la Oliva, eso sí, hay mucho que ver. Su otro sitio más emblemático es su museo lunar, y es que Fresnedillas de la Oliva fue sede de la Estación Apolo de Madrid de la NASA, donde estaba instalada una de las antenas de seguimiento de las naves Apolo. De hecho, los trabajadores de allí fueron los primeros en escuchar la famosa frase: “Houston, aquí base de la Tranquilidad, el Aguila ha alunizado”.

Hoy en día el pueblo cuenta asimismo con su museo formado por tres salas que exponen más de 300 objetos originales y que pertenecían a las misiones espaciales americanas y rusas, especialmente a la misión Apolo. Hasta hace unos años tenían la primera huella del hombre en la superficie lunar, trajes de astronauta o piezas pertenecientes al mismísimo Armstrong.