El verano llega a su fin, pero esto no es excusa para dejar de viajar. De hecho, el conocido como turismo rural cobra más fuerza aprovechando la bajada de temperaturas, ya que resulta mucho más apetecible echarse la mochila al hombro y conocer lugares.

En esta ocasión, os traemos un destino que ofrece muchas oportunidades, desde rutas hasta sitios por conocer dentro del municipio mismo pasando por una curiosidad, y es que en él se encuentra nada menos que el salto de agua más grande de toda la Comunidad de Madrid, con 30 metros de altura. Su ubicación en la Sierra Norte de la región y su tranquilidad -apenas supera los 100 habitantes- lo hacen perfecto para una escapada de fin de semana, o de un día de paso si acudes a esta zona.

A sus ciudadanos se les conoce como navarros y navarras, pero nada tienen que ver con los del norte de España, más allá de que, al igual que los de la Comunidad Foral, acogen con los brazos abiertos a todo aquel que se le acerca. Otra similitud con esta área del mapa, en este caso con el País Vasco, y llamativa para los más futboleros, es que la localidad lleva en su nombre el del estadio más famoso de Bilbao y uno de los más reconocidos de La Liga: San Mamés.

En otro orden de cosas, es uno de esos sitios perfectos para huir del calor en verano, y que apetece visitar cuando las temperaturas aprietan mucho. No nos engañemos, lo peor del verano sean seguramente sus noches e intentar dormir, así que 15 grados de mínima y alrededor de 30 de máxima en pleno agosto no son nada despreciables. Pero, aunque las temperaturas hayan empezado a bajar esta semana en muchos puntos del territorio,ha sido -si no queda todavía tras la DANA- un verano sofocante, por lo que no creemos que nadie le haga feos a ponerse una chaqueta o echarse una manta.

Atractivos turísticos

A pesar de ser un rincón pequeño de la Sierra Norte de Madrid, Navarredonda y San Mamés cuenta con atractivos por los que algunos no dudan de calificarlo como uno de los pueblos más bonitos de la capital. Si acudes a él es imprescindible hacer parada en los monumentos que indicamos a continuación.

El primero es la Ermita de San Miguel Arcángel que, como multitud de atractivos turísticos, fue dañada durante la Guerra Civil. No fue hasta entrada la década de los 60 cuando se reconstruyó, pero no fue la única vez que experimentó cambios, pues más adelante volvió a reformarse hasta quedar como se puede apreciar en la actualidad, cuando solo se conserva el ábside semicircular románico de su fachada.

A ella le sigue la ermita de San Mamés, donde se coronó nada menos que a Juana la Loca, lo que le añade ese punto de historia que hace de Navarredonda y San Mamés un destino cuanto menos reseñable. Se trata del templo más importante del municipio y está situada fuera del núcleo principal.

La Fragua de San Mamés y la Piedra de la Reguera, en ese orden, son dos símbolos de la vida rural. La primera se edificó pensando en la actividad labradera y ganadera del municipio y servía para herrar a los animales o arreglar elementos indispensables para los trabajadores tales como arados; mientras que la utilidad de la segunda pasaba por marcar el reparto de tiempo de riego entre las familias que tenían huertos, como una especie de reloj que marca el día, la tarde y la noche. Dentro de los puntos ‘más agrícolas’ de Navarredonda se puede destacar el potro de herrar, habitual también en otros municipios de la Sierra Norte y que era utilizado para poder herrar al ganado o curarle.

Para cerrar este pequeño paseo por una de las grandes desconocidas de la capital, pero no por ello menos recomendable, es obligada la visita a las chorreras. Como ya se ha indicado, se trata del salto de agua más grande de la Comunidad. Forma parte del arroyo del Chorro y data del siglo XII.

Fiestas

Navarredonda y San Mamés cuenta con varias fiestas repartidas a lo largo del año, la de San Ildefonso (23 de enero), la que se celebra en honor al santo de San Mamés, el tercer fin de semana de agosto, y un poco más tarde, el último fin de semana de este mes, las de verano, en las que la protagonista es La Ronda, una tradición en la que los jóvenes van casa por casa cantando coplillas cuando cae la noche.

Alrededores

Como has podido apreciar, este pueblo es un lugar tranquilo, pequeño y que se ve en una mañana o una tarde, por lo que te recomendamos aprovechar el tiempo en ir a otros pueblos o enclaves de alrededor, como Lozoya, la Muralla de Buitrago o el palacete de este mismo municipio (Buitrago de Lozoya), renacentista y del siglo XVII. También aquí puedes ver la Casa Museo de Picasso -con obras del pintor que durante décadas cedió su amigo Eugenio Arias Herranz- o su imponente castillo del Buen Suceso.