Entramos de lleno en el calor de verano y la playa se nos presenta como el plan más apetecible para estas calurosas jornadas. Es un destino por el que algunos esperan todo el año, sobre todo si son de zonas que no pueden disfrutarla el resto del año. Por eso estas líneas van seguramente destinadas a ellos, sobre todo si son de Madrid.

Porque la capital no tiene playa al uso, pero sí mucha naturaleza repleta de cascadas y otras maravillas naturales que son perfectas para pasar un día por su proximidad con la región más céntrica del territorio nacional. De hecho, son varias las rutas de senderismo que se pueden hacer en Madrid, las cascadas que se pueden visitar, los lagos o pantanos, siendo el más famoso el de San Juan; y múltiples las actividades que se pueden practicar en los alrededores madrileños.

Uno de los puntos principales para ello es la Sierra de Guadarrama, localizada al noroeste de Madrid y que dispone de una gran oferta para los amantes del senderismo y de la naturaleza, así como actividades típicas como escaladas guiadas, tours en bicicleta e incluso visitas guiadas a caballo.

Pero dentro de este increíble enclave se encuentra un destino que no puedes dejar de visitar: La Presa del Pradillo. En las inmediaciones del Valle de Lozoya, más concretamente del parque natural de Peñalara, desde esta espectacular Predas se puede visionar el río Lozoya, el cual atravesaremos en nuestro aventura. Pero la descrita a continuación sería una ruta mucho más completa que permitirá a quien la haga disfrutar de muchas más ventajas.

Ruta de La Angostura

Vamos a iniciar nuestro viaje en el pueblo, todavía en coche. Desde aquí nos dirigimos al Monasterio de El Paular primero y a Las Presillas después, una zona aconsejable para hacer un alto en el camino y darse un baño. Después alcanzaremos La Isla, donde se puede dejar el vehículo.

Ya la ruta por la que discurre la caminata es muy fácil de identificar, ya que discurre directamente de forma paralela al río Lozoya, también llamado de La Angostura al tratarse del nombre con el que se bautizan tanto la ruta como el valle que vemos.

Nos llevará unos 10-15 minutos alcanzar la Presa del Pradillo por lo que, como puedes apreciar, no es muy cansado -hay otras rutas posibles, pero hemos querido dejarte la menos salvaje-. Las vistas son espectaculares, pues desde abajo se aprecia el cauce del Lozoya caer en forma de cascada y desde arriba se visualizan los pinares que se reflejan en las aguas.

Pero la aventura no sigue aquí, sino que prosigue ‘río arriba’. Con un decorado espectacular, ya no solo de pinos sino también de matorrales de gran altura y otros tipos de vegetación llegaremos al Puente de La Angostura. Al cruzarlo, pensarás por un momento que te encuentras en una película de Disney. Por su parte, al dejarlo atrás podrás emprender la ruta circular, que descenderá de nuevo hasta el punto en el que has empezado. Es muy sencillo de seguir, pero en caso de duda solo tienes que seguir las balizas de la R.V.1, pintadas de verde y amarillo.

Hemos hablado de la vegetación (robles, pinares, matorrales de gran altura), pero la fauna que habita por el lugar es mucha y muy variada. La más destacada el histórico tejo milenario; aunque a veces aparece también algún que otro jabalí, liebres o incluso zorros, nutrias… En cualquier caso, lo más recomendable si quieres un día de descanso es sentarte en una de las rocas, ver el agua caer y disfrutar de un buen picnic.

Esto, eso sí, no tiene por qué servir de excusa para perderte algunos de los restaurantes de la zona, como Los Claveces o Pinosaguas, en el enclave de La Isla e ideales para concluir el día.