Hay a quien le da miedo volar y quien sueña con poder volar en ultraligero, como experiencia más cercana a ser un pájaro. Nuestro blogger de viajes favorito nos cuenta en este artículo cómo puedes vivir una experiencia única. En realidad, nos cuenta su experiencia para que te hagas una idea de lo que puede ser el día que te atrevas. Clubs de vuelo hay en todo el mundo, y seguro que encuentras uno cerca de donde vivas.

Ultraligero, Microligero… o parapente

La forma más básica de volar es en un paracaídas a la que le añades una mochila con una enorme hélice en tu espalda. Aunque a alguien se le ocurrió un día ponerle ese motor a un ala delta de los que se usaban para dejarse caer y llevarse por las corrientes térmicas en suave planeo. El resultado fue una especie de avión como los primeros, con alas de tela. Aunque hace falta la misma licencia de piloto que para manejar una avioneta, el coste de la aeronave es muy inferior y la pista de despegue puede ser casi cualquier campo. Por eso, es la forma m´s fácil y barata de tener un bautismo de vuelo.
“Tal vez el único inconveniente (lógico por otra parte) es que no es posible asegurar el vuelo hasta momentos antes, y a veces cundo llegas allí te quedas sin volar —nos cuenta Marcos en El Mundo Se Ve Bien— por demasiado viento. Por supuesto hay que reservar primero, aunque puedes tener la suerte de que haya algún hueco libre”

Si tiene garantía, tiene garantía.

Volar en ultraligero es de las cosas más seguras que puedes hacer en plan aventura. Sus características aerodinámicas hacen que sea muy difícil tener un accidente. Básicamente está diseñado para planear y el motor lo que hace es mantenerlo más tiempo en el aire o ayudarle a dirigirse. Además, para ofrecer vuelos comerciales, y un bautismo de vuelo lo es, hace falta tener la licencia de piloto comercial. Una licencia que se consigue con estudios y horas de vuelo. De verdad, es más peligrioso un coche o una moto. Sigue leyendo la aventura completa de cómo es Un Vuelo en Ultraligero en El Mundo Se Ve Bien.