La sal es un ingrediente habitual en postres, pero todavía hay a quien le sorprende y se pregunta por qué. ¿Por qué añadir sal a un producto dulce? Así a primera vista parece no tener mucho sentido, pero si conoces con detalle los motivos aprenderás a apreciar la presencia de este condimento en tus postres. En las siguientes líneas vas a descubrir por qué añadimos sal a los postres.

Los que quieran o deban reducir el consumo de sal deben saber que también está presente en los dulces, ya que casi todos los productos profesionales lo incluyen. La sal juega un papel fundamental que marca la diferencia para conseguir un resultado realmente exquisito.

Por qué se añade sal a los postres

  • Potencia el sabor: La sal eleva y potencia los sabores de ingredientes dulces, es decir, provoca que el cerebro sienta que el sabor es más dulce. Claro que hay que añadirlo en pocas cantidades en los postres.
     
  • Consistencia: la sal hace que el postre o los ingredientes sean más firmes, por eso se suele añadir cuando se quieren montar claras a punto de nieve o hacer un merengue. Lo mismo sucede con las masas, como el pan u otro tipo de masas que llevan levadura.
     
  • Conservación: es conocido que la sal se utiliza como conservante natural. La razón es que el cloruro de socio atrae la humedad, lo que se traduce en que la textura se mantiene en buen estado durante más tiempo.
     
  • Potencia la coloración: la sal también sirve para que tu postre quede más bonito, ya que con una pizca de ella, la corteza adquiere una corteza más dorada, crujiente y caramelizada.
     
  • Fermentación: la fermentación lenta es clave para muchas recetas, sobre todo en las masas de pan y similares, por eso añadir una pizca de sal será primordial para conseguirlo. La sal ralentiza y mejora la construcción de sabores.
     
  • Decoración: por último, la sal es un perfecto elemento decorativo en tus postres. Cobra especial protagonismo en los chocolates.