Si vas conduciendo y te cruzas con un coche que lleva unas misteriosas luces turquesa, no estás viendo una nueva sirena de emergencia ni un fallo del sistema. Se trata de una sorprendente novedad tecnológica que ya se está probando en Europa y que podría cambiar por completo nuestra forma de circular en los próximos años.
Detrás de esta innovación está un viejo conocido del sector automovilístico. La histórica marca alemana Mercedes-Benz ha dado un nuevo paso en el desarrollo de la conducción autónoma. La empresa, reconocida como el fabricante de automóviles más antiguo del mundo —con un legado que se remonta al Benz Patent-Motorwagen de 1886—, está actualmente autorizada para probar sistemas de conducción autónoma de nivel 3 en Alemania.
¿Qué significa este grado de autonomía?
Este nivel de autonomía, según la clasificación internacional, permite al conductor apartar las manos del volante e incluso leer durante la conducción. No obstante, es obligatorio que esté disponible para retomar el control si el sistema así lo requiere. Por tanto, aunque el vehículo puede encargarse de la mayoría de las funciones, no está permitido dormir o abandonar completamente la atención sobre la vía.
¿Cómo se identificarán los coches de prueba?
Las pruebas se realizarán hasta el verano de 2028 y se centran principalmente en autopistas alemanas. Como parte de esta nueva fase, los vehículos de prueba llevarán una iluminación turquesa en la parte frontal y trasera. Mercedes-Benz explica que este color ha sido elegido por su alto nivel de visibilidad y por no confundirse con otras señales luminosas comunes en el tráfico, como los intermitentes o las luces de freno. Además, el color evoca cierta asociación con la tecnología y la conectividad, al recordar, por ejemplo, al azul característico del Bluetooth.
Otros aspectos para identificar estos coches
Los coches que operan en modo autónomo dentro de este marco legal no pueden superar los 95 km/h. Esta limitación busca garantizar la seguridad tanto del conductor como del resto de usuarios en la vía. En ese contexto, si un conductor se encuentra con un Mercedes Clase S circulando a velocidad constante en el carril derecho, con las luces azul-verde encendidas, es posible que el sistema de conducción autónoma esté en funcionamiento y el ocupante simplemente esté leyendo.
Los avances en la conducción autónoma
La conducción autónoma ha sido un campo de interés creciente en la industria automovilística, con avances significativos en los últimos años. No obstante, persisten reticencias, tanto tecnológicas como psicológicas, en torno a su uso generalizado. Mercedes-Benz, con su enfoque conservador y riguroso en materia de seguridad, apuesta por un desarrollo gradual y regulado, en contraste con otras marcas como Tesla, que han optado por estrategias más agresivas.
Con estas pruebas, la marca alemana no solo reafirma su compromiso con la innovación, sino que también abre la puerta a una futura convivencia entre conducción humana y automatizada en las carreteras europeas.