La saga Harry Potter sigue hechizando a lectores de todas las edades años después de su publicación y muchos más habrá posiblemente cuando llegue el estreno de la serie homónima en la HBO.
Pero es que, además, lo curioso es que las historias del aprendiz de mago más famoso de todos los tiempos no solo siguen captando lectores sino aquellos que ya se rindieron a los muchos encantos de las mismas siguen releyendo la novelas de J.K. Rowling ( las películas basadas en estos) una y otra vez, y muchos de ellos confiesan que lo hacen porque lo encuentran reconfortante.
Pero, ¿qué dice la psicología sobre este fenómeno? ¿Qué significa que, siendo ya adultos, sigamos volviendo a Hogwarts?

Harry Potter y la nostalgia de leer los libros escritos por J.K.Rowling
No hay duda de que una de las razones por las que muchas personas seguidoras de Harry Potter vuelven a leer sus libros es por nostalgia, porque la familiaridad de la historia y los personajes les trae buenos recuerdos, les recuerda las emociones de cuando lo leyeron por primera vez y porque, además, funcionan como un "lugar seguro" al que las personas vuelven cuando quieran a ese mundo tan reconocible para ellos.
¿Pero qué dice la psicología de la nostalgia? ¿Lo considera algo como o malo? Lo primero que hay que indicar que es que este término acuñado en 1680 por Johannes Hofer, un estudiante de medicina en la Universidad de Basilea, viene de nóstos (que significa "regreso al hogar") y algia ("dolor o sufrimiento"). Así, solo con la explicación de la creación de este término nos viene a indicar que la nostalgia se consideraba como una especie de aflición.
De hecho, Hofer combinó estas dos palabras griegas para tratar de nombrar a lo que consideraba una enfermedad que los soldados suizos que luchaban lejos de casa y experimentaban un profundo anhelo por volver. Así, partir de ese momento, la nostalgia fue vista como un trastorno del cerebro, una interpretación que se mantuvo vigente hasta bien entrado el siglo XX.
De hecho, David Dorenbaum en su artículo "Los superpoderes de la nostalgia", explica que "estudios actuales convergen en que la nostalgia no es sinónimo de melancolía o depresión, es más bien un recurso estimulante". Y por otro lado, según un estudio del psicólogo Constantine Sedikides, de la Universidad de Southampton (Reino Unido), y otros colaboradores, la nostagia es "predominantemente positiva, autorelevante y social que cumple funciones psicológicas clave. Las narrativas nostálgicas reflejan más afecto positivo que negativo, presentan al yo como protagonista y se insertan en un contexto social".

José María Ruiz Vargas, psicólogo de la memoria, también se ha manifestado en esta misma línea en un artículo publicado en El País el pasado 30 de junio de 2025: "La nostalgia es un sentimiento ambivalente. El psicólogo griego Constantine Sedikides está reivindicando el lado positivo, porque, yo creo, la nostalgia se confunde a veces con la melancolía", explica.
Vargas, además, relata que "la evocación del pasado suele generar un sentimiento positivo: te das cuenta de que has tenido una vida, Para mí es una inyección de optimismo. Tengo un amigo de 88 años con el que hablo a menudo y recordamos los tiempos del colegio: eso le levanta el ánimo, es una inyección de vida. Esa es la nostalgia positiva".
En este sentido, leer las aventuras del joven mago Harry Potter no sería malo si lo haces por nostalgia, porque tiene efectos positivos. Sin embargo, hay un tipo de nostalgia que no nos hace ningún bien.

De esto hablo precisamente el psicólogo Antoni Bolinches en el podcast Ojalá lo hubiera sabido antes en conversación con los autores Àlex Rovira y Francesc Miralles, conocidos por su trabajo en el ámbito del desarrollo personal.
Durante la charla, los tres reflexionaron sobre cómo la forma en que recordamos el pasado puede influir en nuestro bienestar actual. En especial, abordaron un fenómeno que Bolinches llama “nostalgia tóxica”, que ocurre cuando idealizamos tiempos pasados y eso nos impide avanzar en el presente.
¿Por qué leer 'Harry Potter' te hace ser buena persona?
Además de evocar algunos de los muchos efectos positivos que tiene la nostalgia, otra de las razones por las que la llama de Harry Potter se mantiene viva es por la huella que deja el joven mago británico en las mentes de sus lectores.
De hecho, un grupo de investigadores ha analizado durante varios años el impacto que tienen los libros de Harry Potter en la forma de pensar de los lectores más jóvenes y las conclusiones no podrían ser mejores para los potterófilos.
Así, el estudio, elaborado por psicólogos de varias universidades —entre ellas, las de Greenwich y Padova— y publicado en la revista Journal of Applied Social Psychology, concluye que quienes han leído la saga muestran más empatía y una actitud más comprensiva hacia personas que pertenecen a colectivos marginados, como inmigrantes o refugiados.

Para llegar a estas conclusiones, el equipo analizó el comportamiento de dos grupos de niños durante varios años, desde la etapa escolar hasta su llegada a la universidad. Compararon a quienes habían leído Harry Potter con quienes no lo habían hecho, y observaron que los primeros eran más sensibles ante situaciones de injusticia social.
Esto se puede comprobar en el hecho de que el protagonista ha sufrido una infancia dificil, por lo que los lectores pueden identificar y comprender las situaciones de desigualdad. También se puede ver que el mundo que presenta J.K.Rowling tiene distintas clases sociales, algunas con muchos más privilegios que otros por el mero hecho de ser magos y no "sangre sucia" (es decir, gente no mágica).
Por todo ello, la investigación considera que “la historia nos permite sentir empatía hacia personas que llevan vidas diferentes a las nuestras”. Por tanto, consideran que esta conexión con personajes que sufren discriminación consigue, en algunos casos, que seamos más tolerantes con los otros en el mundo real.

¿Es malo seguir leyendo 'Harry Potter'?
Rotundamente no. Aunque a veces se mire con escepticismo que un adulto relea una saga juvenil, desde el punto de vista psicológico no solo es inofensivo, sino beneficioso.
Relacionarse con la ficción de forma significativa, ya sea leyendo novelas complejas o fantasía juvenil, enriquece la vida interior, reduce el estrés y fortalece nuestras conexiones emocionales con los demás.
Además, el hecho de que influya en nuestra capacidad de ser mas tolerantes no solo nos permite conseguir ser mejores ciudadanos sino también influye en una mejor comprensión del mundo. En definitiva, si sigues releyendo Harry Potter, no es de por sí malo, aunque también conviene, como dice Albus Dumbledore, "deleitarse con sueños, Harry, y olvidarse de vivir".