Estamos hastiados de aguantar semejante auto de fe. Quienes estamos a favor de la resolución del Tribunal Constitucional sobre Bildu –porque creemos que se orienta en la buena dirección para evitar más atentados y más muertos- se nos acusa de humillar a las víctimas, de ultrajarlas y de traicionarlas, traicionando además a España. Aseguran algunos o algunas fundamentalistas con vocación de talibanes, que pretenden salvar a la Patria, que a las víctimas “las han vuelto a matar, tal como dicen sus deudos, de un modo más doloroso, ya que en esta ocasión la bala ha venido del campo amigo”.

Ni un minuto más
No debemos -ni tenemos porqué- soportar ni un minuto más que una banda de facinerosos potencie su inquina contra los que no piensan como ellos. Esta exhibición inquisitorial la alimenta Rajoy, mientras sus secuaces van atizando el fuego  de las hogueras purificadoras, que es su oficio cotidiano. Son pirómanos al servicio de la extrema derecha genovesa. Otros parecen dementes, como Juan Manuel de Prada. Se trata de un obsceno meapilas que en el ABC insultaba ayer a “los miembros del Tribunal Constitucional [que]   han infligido un grave perjuicio a la comunidad política y a las víctimas de los etarras, consumando esta injusticia (…) Caiga sobre ellos y sus amos, la sangre de las víctimas”.

 Montaje electoralista
Sabemos que todo esto es un montaje electoralista que alienta el PP. Recordad las canalladas que hicieron y que propagaron durante el proceso de paz en Euskadi, como si el salvaje ataque a la T-4, que costó la vida de dos ecuatorianos/madrileños, lo hubiera diseñado José Luis Rodríguez Zapatero con la ayuda de Alfredo Pérez Rubalcaba. Este sábado habrá otra manifestación en las calles de Madrid. Instrumentalizarán de nuevo a las víctimas –que, por cierto, no son sólo, ni mucho menos, las que van a estas movilizaciones populares- para cargar como energúmenos contra el Gobierno y el PSOE.

Un político cobarde
Reiteramos por enésima vez que estamos hastiados de aguantar semejante auto de fe, autorizado o impulsado por Rajoy, ese inquisidor experto en tirar la piedra y, como un político cobarde, esconder la mano. ¿Rajoy, un centrista moderado? ¡No, simplemente un cínico!

Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM