Dos no acuerdan si uno no quiere. España necesita acuerdos en temas fundamentales como vivienda, sanidad, inmigración o financiación autonómica. Pero si es bueno para España, el PP lo rechazará. Lo hemos vuelto a comprobar en la Conferencia de Presidentes, donde el PP ha estado en contra de cualquier propuesta que mejore la vida de la gente.
Además, en dicha Conferencia hemos constatado el desprecio absoluto de la derecha a quienes no son como ellos. Aún resuenan las palabras de Ayuso: “El salario mínimo no debería ser igual para un agricultor extremeño que para un empresario de Madrid”. Pero ¿quién se cree que es? ¿Y la presidenta de Extremadura del PP qué opina?
La política con mayúsculas no consiste en oponerse siempre y oponerse a todo. Consiste en hacer propuestas, dialogar, consensuar y alcanzar acuerdos. Los españoles y españolas merecen unos políticos que, por encima de sus intereses personales, sean capaces de alcanzar puntos en común. No tiene porque ser en todo, pero tampoco pueden ser que no quieran acuerdos en nada.
Nadie ha dado más importancia a las conferencias de presidentes que el PSOE. Fue un presidente socialista, José Luis Rodríguez Zapatero el que las creó en el año 2007. Y ha sido Pedro Sánchez el que mayor número de veces las ha convocado, 20 veces en algo más de cinco años. Aunque Feijóo diga que son pocas, habría que recordarle que Rajoy en más de seis años de Gobierno, sólo convocó dos. Dos en seis años. La demagogia del PP se desmonta fácilmente con datos.
¿Por qué los barones del PP no están de acuerdo con ninguna de las propuestas realizadas en la Conferencia por el presidente Pedro Sánchez? ¿No les parece bien un Consejo de Política Fiscal y Financiera extraordinario en enero para abordar la condonación de la deuda autonómica? ¿No están de acuerdo con aumentar la financiación de las plazas universitarias públicas sanitarias? ¿Por qué rechazan cerrar ya el sistema de reparto de menores inmigrantes?
¿Por qué no apoyan reformar la Ley del Suelo para acelerar la construcción de viviendas asequibles y adaptar la normativa actual al reto del cambio climático? ¿Por qué se oponen a blindar el carácter público y social de las viviendas financiadas con recursos públicos de forma permanente e irreversible?
La Conferencia de Presidentes era un buen foro para buscar acuerdos. Lo que es impresentable es que los barones del PP, cumpliendo las órdenes de Feijóo, hayan ido a ella, con un frente común y la cerrazón del no a todo. ¿A qué juegan?
Feijóo ha intentado torpedear este foro desde el primer momento. La presidenta de Cantabria, Maria José Sáenz de Buruaga, del PP, había convocado una cena previa a dicha Conferencia en Santander. Una cena importante para relajar el ambiente y facilitar la búsqueda de acuerdos. Pero dicha cena fue cancelada por el propio PP. Ellos prefieren el barro al entendimiento.
Y hablando del barro, Mazón ha vuelto a dar muestras, una vez más, de su incapacidad más absoluta. Su propuesta estrella en la Conferencia era pedir un “plan nacional de inundaciones”. Este plan ya existe y lo aprobó Rajoy. No sabe ni de lo que habla. La irresponsabilidad de Mazón no sorprende, lo que sorprende es cómo puede haber tantos valencianos, que a pesar de lo que ha ocurrido, piensan seguir votándolo.
Feijóo y los suyos no quieren ningún acuerdo para aumentar el número de sanitarios, porque el modelo del PP consiste en destrozar la sanidad pública para favorecer el negocio de la sanidad privada. Ayuso y Moreno Bonilla son los que menos invierten en la sanidad pública en España, porque no les importa nada la salud de los madrileños y los andaluces; y el que diga lo contrario, que mire las listas de espera en ambas comunidades. ¿Cuánta gente está muriendo por no ser atendida a tiempo?
Tampoco el PP quiere acuerdos en la cuestión migratoria. Feijóo está “prisionero” de Vox y ha aceptado el chantaje de Abascal, de no acoger inmigrantes si pretende sacar adelante los presupuestos autonómicos, en las comunidades del PP donde necesitan el voto de la ultraderecha.
Por otro lado, el PP nunca ha tenido claro su modelo de financiación autonómica. Por eso Rajoy, incluso con mayoría absoluta, nunca quiso aprobar uno nuevo. Los barones populares solo tienen claro que todos quieren más, porque su única ideología es la “pela” ante todo. Pero como el dinero no cae del cielo, si unos quieren más, otros tendrán que tener menos, y ahí es donde están dispuestos a destrozarse entre ellos mismos para sacar la mejor tajada.
Y luego está la vivienda. El principal problema que tienen hoy buena parte de los españoles y españolas. Y vamos a decirlo alto y claro. La competencia de vivienda es exclusiva de las comunidades autónomas. Si los alquileres están disparados en Madrid o en las capitales andaluzas, los responsables se llaman Ayuso y Moreno Bonilla. Por mucho que los medios de derechas traten de enredar. No más mentiras.
En Cataluña los precios de los alquileres han bajado porque allí se aplica la Ley de Vivienda. Mientras en Madrid y Andalucía siguen aumentando, porque Ayuso y Moreno Bonilla han llevado esta Ley al Constitucional y se niegan a aplicarla.
El Gobierno de la nación, puede hacer leyes, poner multitud de millones para la construcción de VPO, incluso aprobar Bonos de Alquiler para Jóvenes, pero si las comunidades no quieren aplicar estas medidas y estas inversiones, poco se puede hacer. Y eso es lo que está ocurriendo en Madrid y Andalucía.
La vivienda es un tema complejo, que no se puede solucionar en tres días, sobre todo, si las comunidades del PP deciden no querer hacer nada. Y las “esperpénticas” soluciones que algunos plantean, de quitarle estas competencias a las comunidades o imponer por ley bajar los alquileres un 50%, quedan muy bien para una charla de bar, pero cualquier persona sensata sabe que legalmente no puede hacerse. ¿Hay soluciones? Sí, pero habrá que tener entre todos la voluntad de llevarlas a cabo. Y por ahora el PP está cerrado en banda.
Feijóo se queja de que se necesitan más conferencias de presidentes, pero lo que se necesita es la voluntad y el compromiso político, de que sirvan para algo. Y ese algo es buscar soluciones, al menos algunas soluciones, a los problemas reales de la gente, pero si el PP en lugar de buscar esto, busca la imagen de todos y todas contra el Gobierno, seguro que saldrán muy bien en las fotos todos los presidentes y presidentas del PP, pero habrán demostrado que su política no sirve para absolutamente nada.