Moratinos dice en El País que la socialdemocracia se ha perdido porque han aplicado políticas neoliberales (ah…entonces no estábamos tan equivocados cuando les acusábamos de eso mismo y ellos mismos, él como ministro, lo negaban enfáticamente.) Si todo un exministro dice eso ahora ¿por qué entonces contribuyó a aplicar esas políticas sin un solo temblor, sin una sola crítica? Si ya se daba cuenta ¿por qué no dimitió? ¿Por qué no dimite nunca nadie? Pues porque lo propio de la política de esta época es eso, cuando se llega al poder no se renuncia, aunque tengas que traicionar todo en el camino. La dignidad personal que ha mostrado, por ejemplo, la dirigente vecinal, Maruja Ruiz Martos al renunciar a la medalla de honor de Barcelona en protesta por la política de CiU es propia de otro tiempo, cuando la palabra dignidad política, coherencia personal, quería decir algo.

Bono, lo mismo. Como no decía más que barbaridades primero le nombraron ministro de Defensa, y cuando ya había dicho ¡Viva España! doscientas o trescientas mil veces, le hicieron Presidente del Congreso desde donde aun pudo decirlas algunas más, y finalmente, ahora propone como salida a la inmensa crisis de su partido que el nuevo líder del PSOE sepa/pueda gritar Viva España con convicción. Está claro que Bono aun puede jugar un importante papel en esta renovación que se avecina.

Los estrategas del asunto, en este caso Valenciano, dicen que la marca Rubalcaba vende más que la marca PSOE, así que ya veo cómo se empecinan en entender los y las estrategas esto de la política: como si vendieran un detergente (Recuerdo que en la campaña intercambiaban puntos por tazas térmicas, o algo así). Les ha fallado el publicista. Y como la marca Rubalcaba vende más que la  marca PSOE (¡pues sí que está bien entonces la marca PSOE), Rubalcaba no piensa en dimitir, por supuesto que no. Nadie es responsable de nada. Al contrario, ha sido elegido “por aclamación” presidente del grupo parlamentario. Aclamación de los que están dentro, claro. Se aclaman ellos mismos. Las voces de la calle no traspasan los muros del Congreso.

Porque fuera, fuera de los muros de Ferraz o del Congreso, los militantes están más que hartos y se organizan para pedir que se les escuche y poder votar algo. La cúpula ya ha dicho que de primarias para secretario general nada. Y ya tienen dos nombres para la renovación: Rubalcaba y Chacón, delirante.  Pero no tanto si seguimos con otras cosas que siguen pasando. Y que demuestran que los pocos que no se han quedado en estas elecciones sin trabajo, siguen a lo suyo.

Por ejemplo, hace unos días se me atragantó el desayuno al escuchar a Jáuregui indignarse, sí, indignarse, en un programa de TVE. Le preguntaron por Franco y el Valle de los Caídos. El aún ministro estaba enfadado de verdad y llegó a “exigir” al PP “que no entierre el asunto en cajón porque se trata de un acto de justicia que por lo menos se merecen los sepultados” Aquí yo sí me indigné un poquito.Ocho años ha tenido su partido para sacar a Franco de ahí, y ahora pretende que lo haga el PP, el que recupera los nombres franquistas a las calles y el que homenajea a Millán Astray. No te indignes Jáuregui, eso antes.

Y por si fuera poco y para rematar llega ese señor que critica mucho desde la izquierda pero que no mueve un pie fuera para que entre otro ni de casualidad, que es Alfonso Guerra, y dice que “"esto de jovencitos al poder y las mujeres primero no es una buena técnica". A Guerra los jovencitos en política no le gustan lo que a su edad es un serio problema porque casi cualquiera es un jovencito comparado con él. Y lo de las mujeres…es sabido que este señor que llamó a la ministra Trinidad Jiménez, señorita Trini, no ha acabado de entender el concepto de paridad, en parte debido a su edad. Cuando él llegó a la política, allá por el pleistoceno, la paridad aun no era una exigencia ni política ni social. Mujeres con mérito es que en aquella época no había, y Guerra sigue sin ver ninguna, a los hombres que están la capacidad se les supone, claro. Por eso sigue él ahí, al pie del cañón, porque ni mujeres, ni jóvenes ni nadie con el mismo mérito y capacidad que él. En fin, el propio Moratinos dice que o hay un cambio o los partidos socialdemócratas van a desaparecer. Lo dice él, que conste, no yo.

Beatriz Gimeno es escritora y expresidenta de la FELGT (Federación Española de Lesbianas, Gays y Transexuales)
http://beatrizgimeno.es