Moreno Bonilla pasará a la historia como “Juanma el privatizador”. Va a por todas. Su objetivo desde el primer día ha sido desmantelar todo lo público para favorecer el negocio de lo privado. Está destrozando la sanidad pública, la educación pública y ahora va a por la Universidad. Parece que no se ha enterado que según numerosos estudios nacionales e internacionales, por cada euro que se invierte en las universidades públicas, se generan entre 5 y 7 euros de beneficio para la sociedad.

El presidente andaluz del PP es un defensor a ultranza de las políticas de derechas. No destina los recursos económicos que precisan las universidades públicas, pero sí multiplica la implantación de universidades privadas en Andalucía como si fuesen churros. En los últimos dos años han sido un total de cinco, batiendo todos los récord y liderando en España el desarrollo de las universidades privadas.

Los rectores no aguantan más y se han plantado esta misma semana ante Moreno Bonilla en un duro comunicado, tras la adjudicación del Centro de Ciencias de la Salud de Bormujos a la Universidad Pontificia de Comillas, lo que constituye un hecho grave y peligroso porque abre la puerta a una alarmante estrategia de privatización de la educación superior en Andalucía.

Esta nueva vía del PP para la “privatización exprés” del sistema universitario andaluz supone un precedente preocupante, que puede desembocar en que los centros adscritos que hay en Andalucía, actualmente sujetos a la legislación andaluza y bajo el control académico y económico del sistema universitario andaluz, se conviertan en meras franquicias de universidades privadas ajenas a nuestra comunidad autónoma.

En definitiva, “es una forma de que lleguen nuevas universidades privadas, sin ni siquiera tener que pasar por el preceptivo control del Parlamento”, aseguran la rectora y rectores de las Universidades Públicas de Andalucía.

Moreno Bonilla, como alumno aventajado de Ayuso, ha impulsado con la máxima celeridad universidades privadas en Andalucía. Al citado centro donde la Pontificia de Comillas impartirá un grado, se une su apuesta por otras cuatro universidades privadas: La CEU-San Fernando III en Sevilla; la UTAMED, en la modalidad no presencial; la Universidad Europea de Andalucía y la Universidad Alfonso X el Sabio Mare Nostrum, estas tres últimas en Málaga capital; Todas ellas tienen en común unos proyectos de investigación de escasa calidad.

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Son universidades matrices de Madrid y, especialmente sus campus sucursales en España (por ejemplo, en Valencia o en Canarias) no han entrado ni siquiera en el ranking de Shanghai. Presentan un número bajo de patentes y aportan poco al sistema de innovación de nuestro país. Todo esto le da igual al presidente andaluz del PP. Su modelo es el mismo que el de Ayuso en Madrid, donde existen 13 universidades privadas frente a solo 6 públicas, y donde cada año, a estas últimas le va recortando los recursos económicos.

 

Sr. Moreno Bonilla, ¿por qué las universidades privadas se tramitan por la vía de urgencia? ¿Por qué estas leyes se acojen a un Decreto extinto desde hace tres años para que su nivel de exigencia sea menor? ¿Por qué la Universidad Loyola, privada, puede permitirse el lujo de comenzar el curso del grado de medicina un semestre más tarde? ¿Por qué una pseudo-universidad privada en Marbella se salta la ley y el BOJA? ¿Por qué permite que las privadas implanten grados que veta a las públicas? ¿Podría explicarlo para que los andaluces y las andaluzas lo entendamos?

Sr. Moreno Bonilla, ¿por qué por primera vez, y esto es muy grave, habrá grados en Andalucía con una mayor oferta en las universidades privadas que en las públicas? Es el caso, de Odontología, con una proporción de 2 títulos en la pública y 4 en matrículas privadas; es el caso de Farmacia, con una proporción 2 a 3; o Biomedicina, con una proporción 1 a 2. ¿Por qué se permite a las privadas que cuando por el numero de matrículas sea rentable, saturen la oferta? ¿Podría explicárnoslo?

Cuando Moreno Bonilla llegó al gobierno de la Junta de Andalucía había 10 universidades públicas a pleno rendimiento, muchas de ellas estaban en el prestigioso ránking de Sanghai. Sin embargo, en lugar de dotarlas de más recursos para su desarrollo, avance y crecimiento, ha apostado por cinco universidades privadas de una calidad que deja mucho que desear.

Hay quien piensa que lo de las universidades privadas es un tema menor, sobre todo si no se tiene interés en acceder a ellas, pero no lo es, afecta mucho y a mucha gente. Si eres estudiante de la universidad pública y estás esforzándote al máximo por aprobar y sacarte una carrera, debes saber que el estudiante de la privada obtendrá el título con bastante más facilidad que tú, solo por el hecho de tener más “pasta”. Y accederá al mercado laboral antes que tú porque sus calificaciones serán mejores. Es así de sencillo. La privatización de lo público crea desigualdad. Esto no va de talento, aquí solo importa la cuenta corriente de los padres.

Como apunta el portavoz socialista de Universidades en el Parlamento de Andalucía, Antonio Ruiz, Moreno Bonilla ha decidido optar por el mercadeo de títulos con sus nuevas universidades privadas en lugar de apostar por la calidad. Unas universidades que no primarán la investigación ni la búsqueda de innovación. Por el contrario, aún no tenemos una nueva ley de universidades andaluza, ni tampoco nueva ley de ciencia que impulsen nuestro sistema público universitario y científico.

Señor Moreno Bonilla, ¿por qué no destina más recursos a las universidades públicas en lugar de favorecer el asentamiento de universidades privadas en Andalucía? ¿Por qué asfixia económicamente lo público y gestiona a favor de lo privado? ¿Por qué antepone la especulación al bien común?

Las universidades privadas, independientemente de su calidad, están en la agenda de los inversores. Los fondos de inversión privados están apostando claramente por ellas y han puesto a Andalucía en su punto de mira. Y en este sistema, los beneficios se convierten en enormes dividendos que van a parar a unos pocos bolsillos.

Frente a ello, los socialistas reivindicaremos siempre una universidad pública y de calidad, que genere talento y contribuya a la creación de puestos de trabajo, accesible a toda la ciudadanía, gracias a un buen sistema de becas entendido como un bien social y no como negocio para unos pocos.