En Estados Unidos,  la facilidad para que los ciudadanos que lo deseen puedan comprar y utilizar armas de fuego es enorme. La Asociación  Nacional del Rifle (NRA), según millones de norteamericanos, es un referente sagrado e intocable.  Sus socios alcanzan la cifra de cuatro millones de personas.  Esa Asociación, básicamente conservadora, tiene a favor que la libertad de poseer armas está reconocida constitucionalmente. De hecho, la NRA es un potente grupo de presión contra el que parece imposible, ya instalados en el año 2011, modificar su omnímoda influencia.

La primera gran democracia
Estados Unidos es también, ciertamente, la primera gran democracia. Los padres fundadores impulsaron una legislación que ha ido contribuyendo a consolidar un Estado democrático y no absolutista.  Pero ese Estado se construyó asimismo a partir de de usos y costumbres muy cercanos al ojo por ojo y diente por diente. El lejano Oeste fue sobre todo el salvaje Oeste. Y don dinero es –como en la España de Francisco de Quevedo en el siglo XVII- “poderoso caballero”.





Revólveres y fusiles
Los indios fueron exterminados brutalmente, hasta ubicar a los que sobrevivieron en guetos.  Los conflictos en aquel tiempo, hará dos siglos más o menos, se dilucidaban con los revólveres o con los fusiles. El mito norteamericano se erigió como una mezcla no exenta de graves contradicciones. La democracia, por un lado, y la realidad, por otra. A veces -demasiadas veces- los dólares han derrotado a los políticos. O los han corrompido. ¿Cómo se gestó la crisis económica y financiera de la actualidad? ¿Quién manda  más en EEUU presidentes, como Barack Obama o Bill Clinton, que se han estrellado, con algunos matices positivos, ante las reformas sanitarias que bloquean los lobbys del sector o los que mandan de verdad son los dirigentes de tales lobbys?

El Imperio
El Imperio de Occidente o, si se prefiere, el Imperio a escala mundial, ha participado en numerosas y constantes guerras. Eso, por desgracia para la humanidad en su conjunto, es algo digamos genético a todos los Imperios. Irak fue la última guerra encabezada por EEUU. Afganistán sigue invadida. La relación de guerras provocadas por EEUU sería inacabable. La de Vietnam fue la primera guerra que perdió el Imperio. ¿Cuántos fueron los muertos en todas estas guerras malditas?

La II Guerra Mundial
Conviene no olvidar, en todo caso, que gracias a EEUU –y también a Gran Bretaña y a la URSS, entre otros países- la II Guerra Mundial acabó con el nazismo y el fascismo, aunque absolvieran los americanos a Francisco Franco, cuyo Régimen fue el gran beneficiado de la guerra fría entre Washington y Moscú. Fuimos los españoles los que, durante cuarenta años, pagamos la factura que no se atrevieron a abonar ni Roosevelt, ni Truman, ni Eisenhower, ni Kennedy, ni Johnson, ni Nixon, ni Ford. La guerra fría era más importante, a los ojos de los distintos Gobiernos norteamericanos, que la dictadura franquista.



Humanamente comprensible
El asesinato de Bin Laden por un comando estadounidense ha alegrado a la inmensa mayoría de los habitantes del planeta Tierra. Este gesto de satisfacción mayoritaria resulta humanamente comprensible. Sin embargo, todavía hay por fortuna muchos ciudadanos –tanto en EEUU como en el resto del mundo- que les parece lamentable, y hasta condenable, este tipo de actuaciones que van acompañadas de torturas. Celebramos que un fanático integrista islámico, cerebro paranoico del terrorismo más estremecedor haya desaparecido finalmente. ¿Pero por qué no se intentó detener a Bin Laden, que estaba desarmado en el momento en que fue matado?  ¿Por qué hubo torturas añadidas a la operación Jerónimo?  ¿Por qué el Ejecutivo de Obama no ha conseguido aún liquidar la infamia de Guantánamo?

No nos equivoquemos
Sería, no obstante, un error estúpido cargar las culpas de la muerte de Bin Laden y de las torturas a Barack Obama. El actual presidente de EEUU está siendo víctima, desde que ganara las elecciones, de todo género de ultrajes e infamias por parte de los republicanos y, más aún, de la extrema derecha del Tea Party. Su margen de juego está más que parcialmente en manos de sus adversarios que también son, desde luego, sus enemigos. Nos gustaría que Obama fuera más firme y que evitara al máximo connivencias peligrosas. Sin embargo, la situación es la que es y EEUU es como es en cuanto a las penas de muerte,  las armas para quienes las quieran y la incesante máquina de la guerra, propia de todo Imperio. O sea, que -a pesar de todo- más vale mil veces Obama que no su antecesor, George W. Bush. No nos equivoquemos en estos tiempos de auge antidemocrático.

Enric Sopena es ditrector de ELPLURAL.COM