No todos los partidos son iguales. Mientras la derecha española sigue instalada en el “no a todo”, el Gobierno de Pedro Sánchez sigue ampliando derechos que mejoran la vida real de la ciudadanía. Esta semana, el Consejo de Ministros ha aprobado un avance histórico en los permisos de maternidad, paternidad y cuidados. Es una medida que refuerza el Estado del Bienestar, sitúa a España entre los países más avanzados en conciliación y demuestra el compromiso firme del Ejecutivo con las familias, la igualdad y la corresponsabilidad.
El permiso por nacimiento o adopción pasa de 16 a 17 semanas para cada progenitor, completamente retribuidas al 100%. Para las familias monoparentales, el permiso total se amplía hasta 32 semanas, reconociendo por fin la sobrecarga que asumen quienes crían en solitario. Además, dos de las ocho semanas del permiso parental para el cuidado de menores de hasta ocho años pasarán a ser retribuidas, lo que supone un paso crucial hasta una conciliación real, sin desigualdades y compartida entre ambos progenitores. En total, las familias podrán acumular hasta 19 semanas retribuidas por nacimiento y cuidados.
¿Y quién puede oponerse a algo así? Pues, como de costumbre, el PP. Feijóo ya ha votado en contra de avances similares, y todo apunta a que también volverá a rechazar esta ampliación de permisos. No es algo nuevo: el PP votó contra de la igualación de los permisos de maternidad y paternidad a 16 semanas, e incluso recurrió esa medida ante el Tribunal Constitucional en 2019. Por suerte, el recurso fue desestimado.
Así que, cuando disfrutes de un permiso para estar con tu hijo o hija en sus primeras semanas de vida, recuerda que hubo partidos que intentaron impedirlo. Que no se nos olvide quién estuvo en contra de esos derechos.
Feijóo ha prometido derogar todas las “leyes sanchistas” si llega al Gobierno. ¿Incluye eso también estos permisos? ¿Se atrevería realmente a quitar algo que beneficia a millones de familias solo porque ha sido impulsado por un gobierno progresista?
El permiso de paternidad, tal como lo conocemos hoy, empezó en 2007 con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Hasta entonces, los padres solo tenían dos días. Desde entonces, los avances han venido siempre de la mano de gobierno progresistas: en 2019 se amplió a 8 semanas, en 2020 a 12, en 2021 se igualó a 16, y ahora pasa a 17. Es el reconocimiento de que cuidar también es trabajar, y que estar presente en los primeros meses de vida de un hijo no debe ser un privilegio, sino un derecho.
Además, estas medidas ya tienen fecha y cifras concretas. El nuevo permiso de 17 semanas se aplicará a todos los nacimientos o adopciones a partir del 31 de julio de 2025, y las dos semanas retribuidas del permiso parental tendrán carácter retroactivo desde el 2 de agosto de 2024. Esto beneficiará a miles de familias que ya han tenido hijos en ese periodo y podrán solicitar ahora esta ayuda.
Las familias monoparentales, por su parte, disfrutarán de 32 semanas en total, de las cuáles 4 serán retribuidas y utilizables hasta que el menor cumpla 8 años. Se trata de una medida de justicia que por fin reconoce su situación de desigualdad.
Con este paso España se sitúa al nivel de países como Suecia, Islandia o Dinamarca en materia de conciliación. Nos alejamos del modelo retrógrado y nos acercamos al que pone la vida de la gente en el centro. Además, este decreto cumple con la directiva europea 2019/1158, que exige un mínimo de ocho semanas retribuidas de permisos parental. Gracias a estas nuevas medidas, nuestro país ya cumple ese objetivo.
Pero no se trata solo de cumplir con Europa. Se trata de avanzar en justicia social. De garantizar que nadie tenga que elegir entre trabajar o cuidar. Se trata de construir un país donde ser madre o padre no implique renunciar a una vida digna. Donde cuidar no sea un castigo.
En 2024, se reconocieron en nuestro país un total de 471.644 prestaciones por nacimiento y cuidado de menor, con un gasto total superior a los 3.613 millones de euros. ¿Qué partido va a mirar a la cara a esas familias y decirles que sus derechos deben ser recortados?
Sin embargo, estas mejoras no son definitivas hasta que el Congreso convalide el decreto. Y aquí es donde los partidos deben retratarse. Ya sabemos que Feijóo está más interesado en derogar que por construir, más centrado en recortar que en proteger. Mientras Pedro Sánchez refuerza los derechos sociales, el PP se limita a hablar de gasto, burocracia o intervencionismo.
Lo más curioso es que, aunque votan en contra, luego se benefician. Muchos cargos del PP han disfrutado de estos permisos. El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, sin ir más lejos ha hecho uso del permiso de paternidad de 16 semanas… ese mismo que su partido recurrió ante el Constitucional. Hipocresía en estado puro.
Es cierto que todavía queda camino por recorrer. El pacto de Gobierno entre el PSOE y Sumar contempla llegar a 20 semanas de permiso por nacimiento, aumentar la remuneración de los permisos parentales y facilitar su disfrute flexible. También existen reivindicaciones legítimas de asociaciones como PPIINA, que reclaman revisar el diseño para evitar desigualdades y trampas que perpetúan la brecha de género.
Pero estamos en la dirección correcta. Estamos ampliando derechos, cumpliendo con Europa, con el programa de Gobierno y con la ciudadanía. El progreso social no ocurre por casualidad. Es fruto de una voluntad política clara. Y esa voluntad se llama Pedro Sánchez.
Mientras algunos se enredan en el insulto, la propaganda y la destrucción, el Gobierno sigue trabajando. Trabajando para que España sea un país más justo, más igualitario, más avanzado. Un país donde ser madre o padre no signifique tener que renunciar a nada, y donde el Estado esté presente cuando más se le necesita. Frente al ruido, hechos. Frente al cinismo, coherencia. Frente a los recortes, derechos. Y frente a quienes quieren retroceder, un Gobierno que mira hacia adelante.
Hoy, cuando nacen nuevos derechos, cuando las familias españolas ganan dignidad, conciliación y corresponsabilidad, no olvidemos algo esencial: esto no es un regalo. Es un logro. Y tiene firma: la del Gobierno de Pedro Sánchez. Mientras unos construyen, otros solo saben destruir.