Olvidan además -y de forma más que deliberada- que, como casi todo en la vida de los seres humanos, la Justicia forma parte, decisiva parte, de la política. ¿O es que alguien, mínimamente cabal y sensato,  puede creerse que estos tres juicios -en la práctica simultáneos- que se están llevando a cabo  contra precisamente un juez progresista como Baltasar Garzón no son tres sumarios que huelen a política más bien sucia  hasta llegar al vómito? ¿Quiénes son Manos Limpias? ¿Qué hacían los falangistas en el Supremo? ¿Quien es capaz de decir que investigar los crímenes de Franco es un delito?

Respuesta obvia
Cuando el juez del Tribunal Supremo Manuel Marchena, uno de los perseguidores de Garzón estuvo haciendo determinadas maniobras judiciales que beneficiaban al PP para así salvar a Josep Piqué de un affaire escabroso, con José María Aznar en  Moncloa –véase la información publicada en ELPLURAL.COM este fin de semana-, ¿se estaba o no se estaba haciendo política partidista favorable al PP? La respuesta es obvia.

¡Menudos paladines!
¿Son estos  populares  paladines de la independencia judicial? ¡Menudos paladines! Quienes arropaban, tras su toma de posesión, al nuevo fiscal general, Torres-Dulce eran ellos. Acudieron a felicitarle el presidente del Congreso, Jesús Posada;  los ministros de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón; Agricultura, Miguel Arias Cañete, y de Educación, José Ignacio Wert; la presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre, y la secretaria general del PP,   Cospedal.  “Nutrida presencia del PP en la posesión del fiscal Torrres-Dulce”, señaló El País.

Juró, no prometió
Están que se salen los conservadores con Torres-Dulce. Se trata de otro conservador -otro de los suyos o afín- como es fácil de colegir repasando su trayectoria.  Juró –no prometió- su cargo con una mano  sobre la Biblia y la otra, sobre la Constitución. No parece, pues, que Torres-Dulce sea partidario del laicismo, cuya síntesis se resume, por cierto, en una frase de Cristo: “Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”. O sea, separación total entre la Iglesia y el Estado.

Tertulias cinéfilas
Eso sí, Torres-Dulce es un cinéfilo que ha ejercido su pasión cinematográfica en tertulias de la  COPE; en la época de don Federico y César Vidal.  Luego ha seguido en la tertulia del cine desde la radio actual de Federico Jiménez Losantos, codo a codo con Jose Luis Garci y bajo la batuta del periodista Luis Herrero, ex eurodiputado del Partido Popular. Garci se cambió de chaqueta hace ya muchos años, cuando la  emergente derecha aznarista fichó a no pocos tránsfugas. Últimamente, Garci ha recibido favores profesionales de parte de Aguirre.

Indicios racionales
Puede desprenderse, por tanto, que Torres-Dulce se mueve políticamente en territorio de la derecha? Hay indicios racionales que así lo apuntan. El flamante Torres-Dulce es miembro de la Asociación de Fiscales, conservadora y muy similar a la Asociación Profesional de la Magistratura, la de los jueces de orientación derechista. ¿A qué no  despolitizará el Gobierno a los jueces y fiscales de la derecha?

Otra infamia de Cospedal
En todo caso, ¿qué les parece, a nuestros lectores de ELPLURAL.COM, que Cospedal –que nunca pudo probar  sus gravísimas  acusaciones contra el Gobierno socialista- declarara sobre el nuevo fiscal lo siguiente: “Con Torres-Dulce habrá una Fiscalía independiente y defensora de la legalidad”? ¿No había independencia ni legalidad con los socialistas? He aquí una infamia más de la número dos del PP. Sea como fuere: ¿A qué Rajoy no “despolitizará” a  jueces y fiscales conservadores?

Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM