Mariano Rajoy Brey se ha dirigido oficialmente a la Presidencia de la Audiencia Nacional para manifestar que está disponible para acudir como testigo al juicio de la Gürtel, aunque solicita que los tres magistrados de la sala le permitan declarar mediante videoconferencia. La carta de Rajoy llegó a la Audiencia este martes. Es más, hoy miércoles se ha sabido que la cita podría ser el 26 o 27 de julio.

Rajoy soporta duras jornadas laborales, pero las obligaciones de cualquier otro españolito de a pie pueden ser tan comprometidas

Don Mariano, al parecer, resalta la conveniencia de utilizar la videoconferencia a causa de sus numerosas obligaciones. Es decir, sobrepone las tareas propias de su condición política, al deber de todo ciudadano de acudir a las citas de los Tribunales, pata buscar la verdad.

En Moncloa, Rajoy soporta a diario duras jornadas laborales, pero las obligaciones de cualquier otro españolito de a pie pueden ser tan comprometidas como las de él. Por tanto, para evitar desigualdades, acaso, a medio plazo se acabe ofreciendo a todos la posibilidad de testificar desde lugares remotos.

¿Qué es lo que se le hace insufrible a Rajoy Brey? ¿Qué las dependencias judiciales estén en San Fernando de Henares? No, porque viaja a menudo a lugares lejanos, como China, por ejemplo.  ¿El papelón de que alguien le reciba a gritos? Tampoco, ya que dispone de escoltas para evitar tales riesgos. ¿Será más bien que no soporta verse a sí mismo sentado frente a tres magistrados como el común de los mortales? Una vez más, denota pecado de soberbia.

Lo que decida la Sala siempre será mal visto, incomprendido. Pero, la cuestión es que Don Mariano se quedará ahí, en el plasma. Por encima del bien y del mal.