La preocupación por el medio ambiente ha crecido de manera significativa en los últimos años. Además de las medidas llevadas a cabo por las diferentes administraciones para atajar los problemas derivados de la contaminación, está cambiando la conciencia de los ciudadanos y el mejor ejemplo de ello es el repunte de ventas de automóviles ecológicos.

Solo en España se matricularon 8.645 unidades de vehículos eléctricos en 2017, lo que supone un crecimiento del 86% respecto al ejercicio del año anterior. Como respuesta a la mayor demanda por parte de los clientes, los fabricantes están desarrollando coches "eco" a una velocidad de vértigo.

Ya son muchas las alternativas calificadas de "limpias" o sostenibles, desde los híbridos estándar hasta los híbridos enchufables y los eléctricos, pasando, por supuesto, por los vehículos impulsados por Gas Licuado de Petróleo (GLP) o Gas Natural Comprimido (GNC). Todo esto demuestra que, tanto los fabricantes como los consumidores, son más sensibles al impacto que sus actividades generan en el entorno, incluido el sector del automóvil.

Perspectiva de futuro

Y es que, a pesar de que el precio y la potencia siguen siendo los factores de compra más determinantes para los españoles a la hora de elegir coche, ya hay un 49,2% de la poblaciónque valora también el tipo de combustible e incluso el 28,8% tiene en cuenta la eficiencia energética y las emisiones de gases.

Los datos se desprenden del ´IV Estudio de Comparación Online hacia el Ahorro Inteligente´ elaborado por Rastreator.com y demuestran que los coches ecológicos se van haciendo un hueco importante en el mercado automovilístico. Cada vez son más los consumidores que valorarían adquirir un vehículo de este tipo, concretamente un 57% de los españoles afirma que sí se plantearía comprar un eléctrico o híbrido.

El 34,5% de los españoles afirma que se decantaría por un coche ecológico porque son el futuro de la automoción al no ser contaminantes, mientras que el 22,5% de los encuestadoslo compraría porque cree que a la larga se amortiza la inversión y se ahorran costes.