Los familiares de personas con daño cerebral han reclamado participar, como movimiento asociativo, en la elaboración de aquellas políticas públicas que vayan encaminadas a atender sus necesidades. Ha sido durante al conmemoración del Día Nacional del Daño Cerebral que se organizó en Servimedia, donde también se presentó el dosier del estudio ‘Modelos de Atención al Daño Cerebral’.

En el acto estuvieron presentes el director general de Derechos de las Personas con Discapacidad del Gobierno de España, Jesús Martín Blanco; el presidente de la Federación Española de Daño Cerebral (Fedace), Luciano Fernández; el director del Instituto Inico de la Universidad de Salamanca, Miguel Ángel Verdugo; la directora del centro de día de la Asociación Nueva Opción de Valencia, Inmaculada Íñiguez; y Ruth Ambrós, trabajadora social de la Asociación Ictus de Aragón.

Miguel Ángel Verdugo fue el encargado de presentar los resultados de un estudio realizado por él mismo junto con dos profesoras de la Universidad de Salamanca, en cuya elaboración han colaborado los profesionales y las organizaciones integradas en Fedace y las consejerías de Sanidad y Servicios Sociales de prácticamente todas las comunidades autónomas. El objetivo del trabajo es dar luz sobre la situación de las personas con daño cerebral, a partir de una descripción individualizada por comunidades y comparando la realidad entre ellas. Se señaló la ausencia de una “base legal apropiada”, la falta de recursos y de coordinación, y el déficit de un protocolo de actuación determinado en lo relacionado con los daños cerebrales tras haber sufrido un traumatismo.

Ante ello, se recomendó la fusión del modelo de cuidados y el de apoyos, incentivar el papel de las familias, solucionar la carencia de neuropsicólogos y facilitar el acceso a fisioterapeutas y logopedas, servicios que “tardan mucho ponerse en marcha” y cuyo acceso es, en ocasiones, inasumible en términos económicos para muchas personas. Por último, se apostó por individualizar la atención a las personas con daño cerebral, puesto que hay ocasiones en que puede haber “casos similares, pero que no requieren las mismas atenciones”.