La jornada laboral de cuatro días es una práctica que se viene desarrollando en distintos lugares de Europa como Bélgica, y que, en el Estado español, Más País incluye en sus estatutos, e introdujo en su último programa electoral. También son varias las empresas españolas que la han aplicado.

A favor de la jornada de cuatro días suelen afirmar -por ejemplo, la plataforma 4suma- que la prolongación excesiva o artificial de una jornada laboral tiene efectos perversos en la segmentación del mercado de trabajo, y sin embargo, las jornadas más cortas intensifican el rendimiento y mejoran la productividad por hora trabajada. Incluso se ha detectado que podría tener beneficios medioambientales, y plantean la implantación de este modelo en paralelo a la del teletrabajo, que se ha incrementado a raíz de la pandemia.

Ventajas y desventajas de la jornada laboral de cuatro días

Los detractores de esta forma de organizar el trabajo le atribuyen dificultades para adaptarla a todos los sectores productivos, como el sector servicios. También consideran que puede aumentar la autoexplotación de las personas trabajadoras. Y algunos sindicatos reivindican que es más urgente solucionar otros problemas, como el el registro de jornada.

Por otro lado, de acuerdo con el estudio ‘Qué quieren los profesionales hoy. Claves para atraer y fidelizar al talento más allá de la retribución’, elaborado por ManpowerGroup junto a Thrive a partir de las respuestas de más de 5.000 personas encuestadas, más de la mitad de las personas con hijos e hijas estarían a favor de trabajar cuatro días a la semana para mejorar la conciliación familiar, aunque solo un 20 por ciento si supone una bajada de salario.

De este análisis se desprende también una creciente valoración de las políticas de flexibilidad. Así, el 93% de los profesionales ve esa flexibilidad como algo importante, el 45% quiere elegir su hora de entrada y de salida, y al 35% le gustaría decidir desde donde trabaja.

En este contexto, el secretario general de ManpowerGroup, Álvaro Álvarez, ha expresado a Europa Press que, para atraer y fidelizar al talento, “es necesario que las empresas hagan, cada vez más, propuestas integrales”.

“Deben ser competitivas en lo económico, pero tienen que ir mucho más allá. Aunque es una demanda habitual, se pone especialmente de relevancia en estas semanas de ‘vuelta al cole’ la necesidad de encontrar un equilibrio entre vida profesional y familiar: no es una petición pasajera y su importancia va en aumento”, ha asegurado.

En sus palabras, para dar respuesta a lo que quieren los profesionales hoy y mantener o, incluso, incrementar la productividad, “es fundamental que las organizaciones cuenten con líderes fuertes y con un pensamiento innovador, capaces de colaborar estrechamente con sus propios equipos, ya que cada persona tiene una definición diferente de lo que supone un empleo satisfactorio”.