La economía del Tercer Sector parece haberse relanzado en gran medida a partir de cooperativas sociales, que buscan sostener estructuras de trabajo inclusivas y poner en primer plano el respeto por el medio ambiente. Son, en la mayoría de los casos, una reacción frente a la insostenibilidad del sistema económico actual. “Cada vez se hace más patente la necesidad de caminar hacia otros modelos de producción, distribución y consumo que pongan la sostenibilidad de una vida que merezca ser vivida en el centro de nuestra actividad económica”, expresa, en su página web, Mercado Social, surgido hace años como “una de las principales propuestas de transformación económica que emana de las prácticas de la economía solidaria”.

Se trata de una red de producción, distribución y consumo de bienes y servicios y aprendizaje común que funciona con criterios éticos, democráticos, ecológicos y solidarios, en un territorio determinado, constituida tanto por empresas y entidades de la economía solidaria y social como por consumidores/as individuales y colectivos”. Su objetivo se define como “cubrir una parte significativa de las necesidades de sus participantes dentro de la red y desconectar la economía solidaria de la economía capitalista,  tanto como sea posible”.

La organización gira en torno a tres ejes: en  primer lugar, “abordar el mercado como escenario principal de transformación colocando en el centro de las relaciones económicas las personas y la sostenibilidad de la vida”; por otro lado, “dar a conocer, poner en relación, enredar y fomentar la intercooperación entre las iniciativas locales de economía social y solidaria que ofrecen productos y servicios tan variados y que tan poco se conocen”; por último, “repensar cómo organizarnos para fomentar una economía más justa y solidaria a través de la implicación activa de la población hacia el consumo responsable”.

El mecanismo del Mercado se engrasa con tres reglas, “cada componente de la red se compromete a consumir el máximo dentro de ella”, “cada componente de la red se compromete a producir el máximo para ella”, y “cada componente de la red contribuye a crear otras iniciativas vinculadas a ella, depositando ahorros y excedentes en instrumentos financieros de la red”.

El Mercado cuenta con un Catálogo común de productos y servicios procedentes de la economía social y solidaria (energías renovables, finanzas y seguros éticos, alimentación ecológica y de comercio justo, turismo sostenible, ropa, muebles, papelería, cosmética, servicios de limpieza, de salud y cuidados, educación, jardinería, diseño gráfico, mensajería, construcción, asesoría, ocio y cultura, etc.), disponible en el  portal mercadosocial.net. También se elabora una Auditoría / Balance social desde las entidades y de forma anual, para acreditar el grado de cumplimiento de diferentes objetivos relacionados con los valores de la economía social y solidaria: compromiso medioambiental, no discriminación, gestión democrática, etc.

Los mercados sociales promovidos por REAS (Red de Economía Alternativa y Solidaria) poco a poco empiezan a ser una realidad en algunos territorios del Estado Español.