Incluso el ministro español de Sanidad, Salvador Illa, ha llamado nuestra atención sobre Corea del Sur, donde, cuando tenían poco más de 50 casos de Covid-19 tras prenderse la mecha de contagios el 20 de febrero en la reunión de una secta, se recomendó a la población que permaneciera en sus casas y se realizaron pruebas masivas para conocer el número de casos más exacto posible (todo epidemiólogo dice que es inviable saberlos al cien por cien), y se logró que en dos semanas la expansión descendiera, a ritmo de 100 contagiados menos al día.

Una de las herramientas clave para lograr ese control, informa MIT Technology Review, ha sido la app Self-Quarantine Safety Protection, de creación propia y que ha permitido realizar 15.000 pruebas diarias, así como monitorear a los contagiados. La app permite detectar los primeros síntomas que se vienen asociando al Covid-19, a partir de que el individuo ofrezca los datos personales esenciales (domicilio, edad, sexo y teléfono o correo electrónico de contacto). Una vez registrado el enfermo, los médicos evalúan cada caso y ofrecen un diagnóstico en remoto, para evitar el colapso de los hospitales y la expansión descontrolada del virus. En caso de que el diagnóstico fuese positivo, al usuario se le ofrece una cita para realizar el test. La prueba se lleva a cabo en un punto de encuentro al que el usuario se desplaza en coche, y donde los sanitarios hacen el test sin necesidad de salir del vehículo. El paciente recibe el resultado a las 24 horas en su dispositivo.

Después, el sistema permite tener localizado cada uno de los contagios gracias al GPS instalado en los terminales, de manera que se detecta si un afectado abandona su área de cuarentena asignada, y se le envía una alerta. Por otro lado, el gobierno de Corea del Sur tenía un canal de información en el que cada usuario podía conocer el grado de alerta de contagios que existe en su zona de residencia.

Así, Corea del Sur, después de ubicarse como segundo país con más contagios, ha bajado a la cuarta posición detrás de China, Italia e Irán, y por delante de España, que está en quinto lugar seguida de Alemania. En total, el país ha realizado más de 200.000 pruebas, que han permitido reducir la tasa de afectados de 813 el 29 de febrero a 114 el 12 de marzo. En España, en lo que va de crisis sanitaria y según datos del Ministerio de Sanidad, se han realizado 30.000 pruebas en total, con prácticamente la misma población (51 millones de habitantes en Corea del Sur frente a los 47 millones de España).

El Gobierno surcoreano se ha comprometido a compartir su tecnología con los países que la requieran. La app está solo disponible para dispositivos Android, aunque se prevé que el 20 de marzo también tenga su versión para iOS, y para quienes no se manejen con smartphones existe la posibilidad de usar las líneas de teléfono normales. En España, varias empresas y emprendedores del sector tecnológico están uniéndose para desarrollar contrarreloj una aplicación para el móvil de las similares características a la surcoreana: el proyecto lo lidera Martin Varsavsky, CEO de Goggo Network, aunque también participan en el proyecto los representantes de Telefónica y Google, trabajan una veintena de personas de los equipos de desarrollo y diseño de las tecnológicas Carto, ForceManager y Mendesaltaren que han cedido gratuitamente sus equipos y capacidades para desarrollarla. 

Deberá realizarse de acuerdo con el artículo 9.2 del Reglamento de Protección de Datos, que permite su utilización cuando el sujeto cede la información mediante su consentimiento y cuando los sistemas de prevención médica o tratamiento sanitario lo determinen, y será esencial garantizar que los datos se van a utilizar única y exclusivamente para este objetivo médico. Que solo se van a guardar durante el tiempo necesario para la controlar la pandemia. Y también que los datos que van a manejar la administración y las empresas no se emplearán para otros fines ni se venderán a terceros.