Trump no se entera. O no quiere enterarse. Después de que la ONU lanzara un duro mensaje sobre el límite que estamos alcanzando sobre el cambio climático, el presidente de Estados Unidos desbarra de nuevo. 

Tiene el Informe

Esta vez, Trump no ha elegido Twitter para lanzar su mensaje sobre el asunto. Después de ser acosado por la prensa para que diera su opinión sobre el informe, el mandatario ha respondido por bulerías durante una rueda de prensa en la Casa Blanca. “Sí, me entregaron el informe. No puedo esperar para leerlo y saber quién lo redactó. Ya sabe, qué grupo lo elaboró. Yo puedo darle informes fabulosos y que no son tan buenos”, dijo sin sonrojarse, esta vez.

Y así, como quien no quiere la cosa, Trump ya ha puesto en entredicho las conclusiones de Naciones Unidas. Sigue su línea de considerar las noticias y datos científicos sobre el cambio climático como una suerte de campaña orquestada por oscuros lobbies con oscuras intenciones. Sin caer en la cuenta que adonde arroja dudas son a esos “otros informes" de los que habla. Naciones Unidas frente a anónimos o partes interesadas. 

Otro igual

Por si su postura no estaba clara, Larry Kudlow, uno de sus asesores económicos, considera que el estudio del Grupos Intergubernamental sobre el Cambio Climático es “exagerado” y que los modelos en los que se basan las predicciones que ofrece “han fallado mucho en los últimos 20 años”, aseguro Kudlow. 

Kudlow tuvo cuidado en negar el fenómeno cuando fue preguntando. Simplemente se limitó a tratar de desacreditar el trabajo de la organización internacional. “Siempre estamos estudiando estas cosas”, afirmó, “pero creo que tenemos serias divergencias en cuento al tiempo y a la magnitud del cambio”, sentenció. 

Por debajo se trasluce la intención de no alterar nada en la situación y al contrario, seguir tomando decisiones que empeoran la situación. Hasta que sus propias previsiones se cumplan.