Después de Japón, España es el país más ruidoso del mundo. Se sobrepasan a diario los 80 decibelios (dB), según la Sociedad Nacional de Otorrinolaringología y Cabeza y Cuello ( SEORL-CC), y eso puede hacernos daño. Pero tanto o más preocupante que este dato es nuestro extendidísimo y excesivo uso de auriculares, que, según la mencionada organización, pueden estar adelantado veinte años la aparición de problemas auditivos, de tal modo que trastornos de oído típicos en personas de 60 años, están detectándose ya en jóvenes de 40 años. Y es que la exposición continuada a altos niveles de ruido tiene una relación directa con la pérdida de audición, y los especialistas, en los últimos años, ya vienen alertando de que hábitos como el uso de reproductores de música con auriculares a volúmenes excesivamente elevados, o la exposición a altos índices de ruido en bares, discotecas o conciertos, provocan riesgo de lesiones en el oído o pérdida de audición, incluso de manera permanente.

No más de una hora al día

Por ello, desde el centro se recomienda no escuchar la música a más del estándar mínimo de salida automático con el encendido, que es menor de 85 dB, y en ningún caso sobrepasar los 100 dB. Y además de la intensidad, se aconseja limitar el tiempo de exposición: a partir de un nivel equivalente a 80 dB, por cada 3 dB que se aumente el ruido, habrá que reducir el tiempo de exposición a la mitad. En suma, no debemos exponernos a más 80 dB durante 8 horas al día, o 40 horas a la semana (8 horas al día durante 5 días). Si el nivel de salida es de 89 dB, no deberemos escuchar música a esa intensidad durante más de 5 horas semanales. Aunque lo ideal es no utilizar los auriculares más de 1 hora al día, y no superar el 60% de su volumen. También se aconseja evitar ruidos impulsivos (como petardos o martillos neumáticos), usar protectores auditivos (como algodón), y alejarse, en lo posible, de las fuentes de ruido (como altavoces).