Muchos especialistas españoles consideran que hay “limitaciones” en los resultados del estudio Solidarity de la Organización Mundial de la Salud (OMS), conocido la semana pasada y según el cual, se dudaba de la eficacia de algunos tratamientos contra la Covid-19, como el remdesivir, la hidroxicloroquina, la combinación de los antirretrovirales lopinavir y ritonavir y el interferón, tal y como ha publicado Servimedia.

Dichos expertos españoles, consultados por Servimedia, han advertido de la precaución al interpretar este estudio de la OMS, puesto que asegura que remdesivir sigue siendo un tratamiento efectivo frente al coronavirus. Así lo afirma Roger Paredes, jefe de Sección del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario Germans Trías y Pujol de Badalona, que considera que “el estudio Solidarity tiene limitaciones y hay que saber interpretarlo bien”. “Nosotros mantenemos que el tratamiento con remdesivir funciona y debemos seguir utilizándolo. Hay que hacerlo en aquellos pacientes con neumonía que requieren oxígeno y se ha demostrado que es muy efectivo desde lo que utilizamos en verano con cientos de pacientes. Sin embargo, tiene menores resultados en pacientes demasiado leves o muy graves”, sostiene.

En el futuro habrá que utilizar un tratamiento combinado con otros antivirales, con inmunomoduladores o con anticuerpos monoclonales que vamos a empezar a utilizar. Está claro que el remdesivir funciona y es útil. El estudio Solidarity no diferencia unos pacientes de otros, de ahí sus limitaciones”, añade el doctor Paredes.

Otro especialista español en la materia como Alex Soriano, jefe del servicio de enfermedades infecciosas del Hospital Clínic de Barcelona, afirma que “las ventajas del remdesivir como un tratamiento eficaz desde el mes de julio en 135 pacientes, con apenas un 3,5 por ciento de menor utilidad. Este fármaco cuenta con garantías y es recomendable su utilización”. “Los resultados de los estudios del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades de EEUU (NIAID) son conocidos, han sido publicados por medios muy prestigiosos y rigurosos, como el New England Journal of Medicine”, añadía tal y como publicaba Servimedia. Asimismo, el jefe de servicio de enfermedades infecciosas del Hospital Clinic de Barcelona, considera que el problema de Solidarity es que “no aclara el momento del tratamiento, que es un medicamento antiviral muy eficaz cuando se utiliza en una primera fase del coronavirus, en los primeros diez días. A partir del día 11 o 12 reduce su efectividad. Ahí puede estar la diferencia de un estudio y otro”.

El doctor Soriano ha participado directamente en los ensayos clínicos con remdesivir y confirma que “han demostrado su eficacia, y por tanto es un fármaco probado para su utilización contra la Covid-19”. De la misma forma, reitera que el informe Solidarity de la OMS es una “prepublicación”, por lo que todavía no ha sido sometida a ningún estudio ni revisión. “No podemos elaborar argumentos claros y definitivos. Hay dudas sobre si el estudio Solidarity pudiera ser válido para conseguir la aprobación de un nuevo fármaco”, concluye.

Por otra parte, varios investigadores internacionales también piden precaución en la interpretación del proyecto de la OMS. La cadena estadounidense NBC News ha consultado a destacados expertos, los cuales han reclamado cautela al interpretar los datos del estudio Solidarity, ya que se trata de una prepublicación. En este sentido, se han pronunciado los investigadores Ken Lyn-Kew, de la National Jewish Health en Denver; Andre Kalil, del Centro Médico de la Universidad de Nebraska en Omaha; y Cameron Wolfe, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Duke.

El doctor Andre Kalil, investigador principal del ensayo del NIH llevado a cabo en el Centro Médico de la Universidad de Nebraska en Omaha, ha afirmado que dicho ensayo, que ha incluido datos de más de 11.200 personas en 30 países, carece de algunos fundamentos críticos para la investigación científica: "No hay monitorización de datos, no hay placebo, no hay doble ciego, no hay confirmación de diagnóstico de la infección", recalcando que “el diseño de un estudio de mala calidad no puede ser arreglado por un gran tamaño de muestra, no importa lo grande que ésta sea”.

Por su parte, Cameron Wolfe, experto en enfermedades infecciosas y profesor asociado de medicina en la Facultad de Medicina de la Universidad de Duke, ha expresado que usar el formato de una “prepublicación” es algo que "probablemente estuvo bien en enero o febrero, cuando realmente tuvimos una emergencia de salud pública y queríamos difundir información crítica rápidamente". Sin embargo, defiende que “estamos en un nuevo contexto en el que cambiar el estándar de atención mediante un comunicado de prensa es un precedente realmente peligroso”. En este sentido, ha señalado que existen datos de mayor calidad publicados sobre remdesivir que evidencian que “es efectivo”, aludiendo a uno de los fármacos que se incluyen en el estudio de Solidarity y del que la semana pasada se publicaron nuevos datos del ensayo ACTT-1 impulsado por el NIAID en el New England Journal of Medicine, que era un estudio doble ciego con placebo.