La tecnología está para ayudarnos. Y aunque muchas veces las noticias sobre innovaciones como la inteligencia artificial puedan ser inquietantes, lo cierto es que cada vez tiene más usos que nos abren nuevas puertas. Puertas que, como en este caso, pueden llevar milenios cerradas.

Esas puertas son las de los escritos antiguos. Poder descifrar lo que civilizaciones lejanas en la Historia nos quieren decir es uno de los quebraderos de cabeza de historiadores y arqueólogos desde hace siglos. Ahora, la inteligencia artificial está haciendo un gran servicio para traducir lo que los griegos antiguos dejaron grabado en la piedra. 

Uno de los principales problema para descifrar estos escritos es el vocabulario. Más allá de ser capaces de interpretar los signos, después llega el reto de leer lo que estos signos componen juntos.


Pythia

Ahí es donde la red neuronal bautizada Pythia se está mostrando tremendamente útil. Pythia es capaz de distinguir los textos de más de 30.000 inscripciones de la antigua Grecia e interpretar unos 3 millones de palabras

Pero Pythia no trabaja sola. La máquina ofrece al estudioso una serie de posibilidades. Es decir, el algoritmo de inteligencia artificial propone para un mismo grupo de signos entre 5 y 20 posibles significados. Después es el humano, ilustrado en la materia, el que ha de elegir cuál de ellos se adecua a lo que se busca en función de variables históricas, gramaticales y léxicas. 

De esta manera, los expertos aseguran que son capaces de reducir en un tercio los posibles fallos de traducción en estelas griegas de la época arcaica. Por no hablar de la velocidad. Pythia resuelve en segundos inscripciones que a los expertos les lleva días traducir.