No es ningún secreto que la huella del hombre está (entera o parcialmente) detrás de algunos de los problemas medioambientales de nuestro tiempo: el aumento de la polución, el cambio climático, la escasez de agua… La cosa ha llegado a un extremo tal que, desde el año 2000, analizar su incidencia se ha convertido en un campo específico de investigación en la ciencia del clima, llamado atribución de eventos extremos, que estudia estadísticas meteorológicas, en particular en relación con fenómenos extremos como  inundaciones, olas de calor, sequías y tormentas, combinándolas con comportamientos personales. La universidad de Stanford es líder en estos estudios, que también han conquistado el interés de los medios de comunicación. Hasta la fecha, se han publicado 140 investigaciones en el área, analizando fenómenos meteorológicos como el tifón Haiyan o la sequía en California. Ahora, la web Carbon Brief ha sumado los resultados de todos ellos, para concluir que el 63% de todos los fenómenos meteorológicos extremos estudiados fueron más probables o más graves por el cambio climático originado por la mano del hombre.

Un mapa de estudios

Las olas de calor representan casi la mitad de estas investigaciones (46%), las sequías el 21%, y las fuertes lluvias o inundaciones, el 14%. Carbon Brief ha ubicado en un mapa cada estudio (olas de calor en determinados países, sequías en regiones específicas, inundaciones de ciudades, etc.), y su planes actualizarlo periódicamente, a medida que se publiquen nuevas investigaciones científicas, cuyo número ha ido incrementándose muy rápido con el tiempo: de ocho en 2012, han pasado a ser 34 en 2016, y 42 en 2015. Los fenómenos meteorológicos elegidos, señala Carbon Brief, se escogen por su alcance, como el huracán Sandy, o por haber sucedido cerca de centros de investigación científica. En los últimos años, sobre todo se han realizado análisis de episodios de calor extremo (34%), sequía (23%) y lluvia (20%). Las olas de calor fueron el fenómeno climático más estudiado en 2012, 2014 y 2016. En 2013, fue la lluvia, mientras que en 2015 fue la sequía.