La Organización Mundial de la Salud ha publicado la XI Edición de su Clasificación Internacional de Enfermedades, y en ella reconoce ya como una enfermedad mental la adicción a los videojuegos, como un "síndrome clínicamente significativo y reconocible, cuando el patrón de comportamiento del juego es de tal naturaleza e intensidad que resulta en marcada angustia o deterioro significativo en el funcionamiento personal, familiar, social, educativo u ocupacional”. Y es que el organismo internacional constata comportamientos vinculados a los videojuegos que conducen a angustia o deterioro significativo.

Es la primera vez que la OMS incluye en su Clasificación adicciones sin sustancias, como los videojuegos o las apuestas deportivas. El trastorno por videojuego se manifestaría, según la OMS, en el control alterado de los juegos, considerando la frecuencia, intensidad, duración, terminación y contexto; el aumento de la prioridad otorgada a los juegos, anteponiéndolos a otros intereses de la vida y las actividades diarias; la continuación o escalada del juego a pesar de la ocurrencia de consecuencias negativas.

La mencionada Clasificación de la OMS es una publicación que recoge códigos y síntomas de cada trastorno catalogado, con más de 55.000 lesiones, enfermedades y causas de muerte, y de la que se sirven médicos e investigadores de todo el mundo. Ya en 2013, se incluyó el "trastorno de juegos de Internet" en la clasificación de trastornos mentales y de conducta de la Asociación Psiquiátrica Americana (DSM-5), como base para futuros estudios. El abuso y dependencia de las redes sociales o el teléfono móvil ya se tratan en algunos centros psicológicos especializados, a pesar de no estar todavía incluídas en esta clasificación.