Victoria Federica es una asidua a las plazas de toros de todo el país. Una afición heredada de su madre, la infanta Elena, y de su abuelo, el Rey emérito. Desde hace muchos años, o bien con sus amigos o bien con sus familiares, se deja ver por los tendidos. Esta vez lo hizo en la Feria del Milagro de Illescas (Toledo), junto a su padre, Jaime de Marichalar. Sin embargo, a diferencia de otras ocasiones, la nieta de Juan Carlos I ha desplegado una actitud totalmente diferente, abriéndose a los medios de comunicación y aceptando selfies con quien se lo pidió.

La nieta del Emérito se dejó ver este fin de semana por la Feria del Milagro de Illescas, en Toledo. Victoria Federica nunca ha ocultado su pasión por el mundo de la tauromaquia y ha sido una habitual en los tendidos de las grandes plazas de toros del país, ya sea acompañada por sus amigos o por sus familiares. Como ha ocurrido en este caso, cuando hizo acto de presencia junto a un Jaime de Marichalar reacio a la exposición mediática y que optó por un perfil bajo.

Todo lo contrario que su hija, quien, a pesar de lo sorprendente que suene, se ha abierto ante los medios de comunicación y a la gente que le pedía unas fotografías. Incluso mantuvo algunas conversaciones sobre las actuaciones de los diestros, entre los que se encontraba su amigo Roca Rey, con algunos de los asistentes. Una Victoria Federica más campechana y abierta de lo habitual. Nada que ver con apariciones públicas pretéritas, cuando rehuía el foco de las cámaras y se mostraba reacia a interactuar con los periodistas y el público.

Victoria Federica, que no acudió al cumpleaños de su prima Leonor por coincidirle con un viaje a Perú junto a su grupo habitual de amigos, sí que se ha desplazado a México en incontables ocasiones, prueba de su afán por los toros. Entonces se especulaba con una relación amorosa, pero la rumorología no apuntó en la dirección correcta y lo que parecía algo más serio se diluyó en la amistad forjada con Roca Rey, según publica El Confidencial.

Cambio radical

Según el citado medio, la joven fue una de las más aclamadas durante la corrida. De hecho, varios grupos de chavales se acercaban a ella para hacerse fotos y comentarle lo mucho que les gustaba El Desafío, programa en el que participará la hija de la infanta Elena. “Lo vas a hacer muy bien”, le decían a Victoria Federica, quien daba las gracias a sus fans mientras su padre se mantenía al margen de las buenas palabras que le dedicaban a su hija.

El cambio de actitud de Victoria Federica no ha pasado desapercibido para nadie. Es más que tangible. Según explica Vanitatis, desde su entorno aseguran que está aceptando consejos de su círculo más íntimo, quienes le trasladan que tiene que proyectar más naturalidad en su presencia. “Ella es así, es una chica muy agradable, muy tímida y que le ha costado presentarse en público”, explican personas cercanas a la joven citadas por el mencionado medio de comunicación.

Punto de encuentro taurino

Cada año, la Feria del Milagro de Illescas se convierte en el epicentro de la tauromaquia. Multitud de rostros conocidos acuden a la cita desarrollada por Maximino Pérez y Sandra Benito, con la salvedad de los años en los que el coronavirus interrumpió la vida de todos. De hecho, por allí se dejaba ver Mario Vargas Llosa junto a Isabel Preysler.

También, por supuesto, es un asiduo a la feria taurina el rey emérito, hasta que huyó de la presión mediática por sus escándalos a los Emiratos. De hecho, sus más allegados exponen que es una de las cosas que más echa en falta Juan Carlos I.