Era difícil de creer, pero no imposible teniendo en cuenta los movimientos negacionistas que llevan corriendo por la sociedad en los últimos meses con la pandemia y las vacunas. Pero apenas unas unas horas después de la explosión de un volcán en La Palma, los negacionistas de los volcanes, bautizados por las redes como 'tontolavas', aparecían.

En diversos mensajes captados en redes llegan a decir que la erupción provocada en la isla canaria no es un fenómeno natural, sino que ha sido "orquestado" y es fruto de un plan maquinado.

"Si os fijáis en las fotos y en los vídeos, el volcán sale desde una ladera y no desde la cima, que es desde donde se supone que debe de salir la lava de un balcón", publicaba una usuaria en Twitter. Unas horas después, ante las críticas, desactivaba su cuenta.

Afortunadamente no son muchos, pero los comentarios de los negacionistas han provocado sorpresa, indignación y, también, algunas burlas en las redes, después de que la erupción del volcán de La Palma haya dejado a miles de evacuados, casas destruidas y numerosos daños. 

¿Quiénes son los negacionistas?

Afortunadamente, se trata de un grupo pequeño de personas. Con echar un vistazo rápido a los perfiles de las cuentas que comparten este tipo de datos se puede observar como caen también en bulos como el de que las vacunas llevan grafeno o que la pandemia es mentira.

Es el caso de Jorge Luis, una de las personas que se han hecho virales en las redes sociales por su mensaje negacionista de la geología. "Provocado con ondas radio magnéticas. Proyecto HAARP. En la primera ola pasó lo mismo en otros volcanes", respondía cuando era preguntado por un usuario al respecto.

No solo se queda en el negacionismo. A lo largo de las cuentas, es común, como ocurre en el caso de Jorge Luis, ver mensajes a favor de Vox, siempre con un fuerte contenido antiglobalista, en especial con la implantación del 5G.

Ya ha ocurrido más veces

Es evidente que existe una parte de la población que no se cree ni una palabra de lo que sucede en nuestro entorno. A todo le encuentran una doble lectura en la que una supuesta élite trata de controlar a los individuos sea como sea. Sin ir más lejos, en enero conocíamos a los negacionistas de la nieve. La borrasca Filomena dejó a un buen puñado de personas que creían que la nieve no era natural sino "puro plástico".

¿El motivo? Acercaban un mechero, que no terminaba de derretir el hielo y dejaba un reguero negro de los restos del combustible fósil que lleva en su interior el encendedor.

"Una de las causas por la que las teorías de la conspiración surgen periódicamente es nuestro deseo de imponer una estructura al mundo y nuestra increíble capacidad para reconocer pautas", explica en 'Salud con lupa' el investigador Mark Lorch.

El catedrático de Química y Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Hull (Reino Unido), afirma en el citado medio que la responsabilidad es de "unos mecanismos neurológicos evolutivos no demasiado avanzados" que nos llevan a ver "relaciones causa efecto inexistentes -teorías de la conspiración- por todas partes".

Además, si se le suma la desinformación, el cóctel es letal. Según explica, la desinformación es peligrosa ya que afecta a las decisiones que adoptamos. "La desinformación mata", indica.