La competencia entre las tres principales cadenas generalistas ha dejado muchas anécdotas a lo largo de la historia de nuestra televisión, utilizando eufemismos constantemente e incluso apodos despectivos. De manera habitual, Telecinco miraba por encima del hombro a su competencia en un contexto de liderazgo inexpugnable; sin embargo, ahora las tornas han cambiado. La llegada de los nuevos directivos a Mediaset España motivó la consolidación de nuevo Código Ético donde se especificaba que no podía hacerse mención alguna a espacios de otros canales; sin embargo, 'Sálvame' se las ha ingeniado una vez más para hablar de Antena 3.

Corría la tarde del jueves 23 de marzo cuando los tertulianos del espacio vespertino de La Fábrica de la Tele se disponían a analizar las polémicas palabras de Georgina Rodríguez. La influencer tomó asiento una jornada antes en 'El Hormiguero' por primera vez en la historia del formato, provocando un alud de críticas entre los espectadores. Sin embargo, ¿cómo podía 'Sálvame limón' hacerse eco de todo lo ocurrido en la competencia sin ir en contra de las nuevas normas que regulan a los programas de Telecinco? La redacción tiró de ingenio para proponer un juego tanto a los colaboradores como a los televidentes que estaban en sus casas.

Adela González tomó la palabra para introducir el siguiente asunto a tratar durante el primer tramo de la tarde: "Esos titulares los tiene Germán", expuso. "Voy a hablar de la entrevista, sabéis que ha dado grandes frases. Os quiero atentos a todos aunque sé que estáis con un tema importante por ahí. Tenéis que adivinar si lo que voy a decir es palabra de Georgina o CDS." A continuación, explicó que las siglas mencionadas respondían a "colaborador de 'Sálvame'". Kiko Hernández, Kiko Matamoros, Pipi Estrada, Carmen Borrego, Cristina Porta y Alonso Caparrós fueron los que se enfrentaron a este curioso reto.

De este modo, el programa no mencionó en ningún momento que la entrevista se concedió en Antena 3 o que estuvo conducida por Pablo Motos, algo que no se les permite. No obstante, debe mencionarse que no es la primera vez que ponen en marcha la maquinaria para hacer televisión sin saltarse esta regla del nuevo Código Ético, incluso cuando se trata de promocionar un producto que ha pasado por Telecinco.

El caso de 'Escándalo. Relato de una obsesión'

Mediaset España inició la presente temporada televisiva confiando en 'Escándalo. Relato de una obsesión' tras la polémica surgida en redes sociales; de este modo, se aseguraban de que la ficción estuviese en el candelero. Sin embargo, su estrategia de emisión fue un tanto diferente a otras ocasiones, puesto que únicamente estaba disponible en Mitele Plus hasta pocos días después de que se pudiese ver en Telecinco. Esta decisión responde al acuerdo suscrito con Amazon Prime Video, servicio de vídeo bajo demanda donde la serie podría verse al completo tras pasar por la televisión en abierto.

Fernando Lindez y Alexandra Jiménez acudieron juntos al plató de 'Sálvame' para promocionar la llegada de la ficción de Alea Media a Prime Video; sin embargo, nunca se llegó a mencionar el nombre: los grafismos del programa e incluso sus presentadoras utilizaban el eufemismo "en una plataforma". De igual modo ocurre cuando intentan hacerse eco de un reportaje en prensa gráfica y, cuando se intenta hablar del asunto, se mencionan el término "publicación", sin hacer referencia al nombre de la cabecera,

Tampoco puede atacarse a otros programas de Mediaset España

Los fieles seguidores de 'Sálvame' son conscientes de que, a lo largo de la historia, ha sido de lo más habitual presenciar enfrentamientos directos con otros programas de Telecinco. De hecho, el enfrentamiento entre Marta Riesco y Rocío Carrasco desaró una guerra abierta entre los espacios de La Fábrica de la Tele y los programas de Unicorn Content. Mientras que 'Ya son las ocho' defendía a capa y espada a su colaboradora tras asegurar haber hablado por teléfono con la protagonista de 'Rocío, contar la verdad para seguir viva', 'Sálvame' dedicó varios programas a demostrar que esa situación nunca se dio, incluso contando con cámaras de seguridad.

Por aquellos entonces, era más que habitual dar paso de un programa a otro con la técnica de la pantalla partida, pero hubo una jornada en la que la situación era más tensa que nunca y se tomó la decisión de que no hubiese contacto entre los distintos presentadores. De hecho, Jorge Javier Vázquez cogía una silla para permanecer atento a la reacción de Verónica Dulanto durante una conexión que no se llegó a producir. El periodista cuestionó directamente la profesionalidad de algunos compañeros como Beatriz Cortázar.