La tertuliana de la Cadena SER, Mariola Urrea, ha hablado en Hoy por Hoy sobre los empresarios implicados en la trama de las mascarillas que también salpica al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida. “Son parásitos sociales y sanguijuelas que chupan la sangre al sector público”, asegura. “Vamos a empezar a llamar a las cosas por su nombres”, añade.
“Las mascarillas, los test, los guantes… eran de pésima calidad. No servían para proteger”, sostiene, a la vez que lamenta que las explicaciones del edil madrileño “no son coincidentes” y pregunta “qué va a hacer Ciudadanos”.
Javier Aroca, otro de los tertulianos de la SER definía esta situación, con sarcasmo, como “un caso claro de patriotismo”. Él comentaba a lo largo de la tertulia que estos dos empresarios, que fueron los encargados de presuntamente estafar los 6 millones de euros a los madrileños, “son unos corruptos, son siempre los mismos, en compañía de los mismos”.
A lo larga de la tertulia, otro de los intervinientes, Nacho Corredor, lo definió primero como "pornográfico", pero después señaló que es "un insulto para el porno" y que en realidad es “escatológico”. Y contaba que estos hechos tenían una derivada penal debido a que estos perfiles, cuando cometen estafas, no es que sólo estén acusados de un único delito, sino que presentan más. “De todo esto, me preocupa la diferencia entre lo que se acabe concretando y la expectativa generada”, sentenciaba, para después añadir “lo peor que podría pasar es que finalmente se acabara concluyendo que no hay nada”.
En los últimos minutos de la tertulia, después de que el tertuliano apostillase su punto de vista a cerca del “problema de las mascarillas” en el Ayuntamiento de Madrid, Mariola Urrea definía como “repugnante” todo lo que últimamente se estaba escuchando acerca de los negocios de empresarios en la primera ola, lo más duro de la pandemia.
Los protagonistas del blanqueo de capitales
La Fiscalía Anticorrupción ha presentado una querella ante los Juzgados de Madrid contra los dos empresarios, que se han visto implicados por las comisiones que se llevaron por ser proveedores del material sanitario durante los primeros meses de la pandemia. El Ministerio Público les imputa por un delito de falsedad documental, blanqueo de capitales y estafas por las irregularidades que se produjeron en la venta al Ayuntamiento de Madrid de test covid, guantes y mascarillas por una cuantía que ascendía a los 11,9 millones de dólares durante el inicio de la pandemia.
Según la investigación, con las comisiones que se llevaron, los empresarios Luis Medina y Alberto Luceño se compraron un yate, un Rólex, un piso de un millón de euros y un Lamborghini, entre otros varios coches de lujo.