La Fiscalía Anticorrupción ha presentado una querella en los juzgados contra los empresarios Luis Medina, hijo del duque de Feria y de Naty Abascal, y Alberto Luceño Cerón, por presuntamente cobrar comisiones millonarias al "inflar" el precio de la compra de material sanitario para la pandemia tras firmar tres contratos con la Empresa de Servicios Funerarios y Cementerios de Madrid, tras aprovecharse uno de ellos de la amistad con un familiar del alcalde de Madrid, José Luís Martínez Almeida. Según la Fiscalía, ambos empresarios habrían cometido los delitos de estafa agravada; falsedad en documento mercantil y blanqueo de capitales

Almeida por el medio

Luis Medina fue la persona que contactó con el Consistorio, aprovechando su condición de personaje público y su amistad con un familiar del alcalde de Madrid, José Luís Martínez Almeida. Así, se le facilitó el nombre de la coordinadora General de Presupuestos y Recursos Humanos del Área de Gobierno de Hacienda y Personal del Ayuntamiento de Madrid, como persona a la que se debía dirigir para concretar los términos de las operaciones.

Según la querella, esta persona era también consejera de la Empresa de Servicios Funerarios y Cementerios de Madrid. Desde este momento, las negociaciones se llevaron a cabo entre esta persona y Alberto Luceño, quien se presentó como "experto en importación de productos procedentes del mercado asiático, con fábricas en China a su disposición, y como agente exclusivo de la empresa malaya EEE, a través de la cual se iba a realizar la importación".

Asimismo, aseguró actuar movido por el deseo de colaborar en la lucha contra la pandemia. "En realidad, ni tenía experiencia significativa en negocios de importación ni disponía de fábricas en China, del mismo modo que tampoco era agente exclusivo de ninguna empresa malaya ni actuaba movido por ninguna intención altruista, subraya el escrito de la Fiscalía. Conforme a estas gestiones, se firmaron tres contratos entre la Empresa de Servicios Funerarios y Cementerios de Madrid como compradora, y la compañía malaya EEE como vendedora para adquirir material sanitario

En concreto, Luceño cobró en total 5,1 millones de dólares en comisiones. Tres de ellos salieron de un contrato para comprar mascarillas FFP2 y los otros dos de la compra de test de antígenos. Además, ocultó parte de estas comisiones a su socio. Por su parte, el hijo de Naty Abascal cobró un millón de dólares del contrato de mascarillas. Sin embargo, no pudieron saquear más las arcas públicas ya que el Ayuntamiento les exigió que devolvieran el dinero que pagaron por 2,5 millones de guantes y tuvieron que renunciar a las comisiones.

Un botín en productos de lujo

No obstante, con el dinero que siempre según la Fiscalía se embolsaron a costa del erario público, pudieron comprarse bienes de lujo. En concreto, Luis Medina gastó casi todo el dinero que había cobrado de comisión en un yate.

Asi, compró un Eagle 44 al que bautizó como “Feria” -como el ducado de su padre- , con más de 13 metros de eslora desde proa hasta popa y que fue inscrita en el registro de yates de Gibraltar a nombre de una sociedad gibraltareña a nombre de Rafael Medina Abascal, hermano del susodicho y actual duque de Feria. La revista '¡HOLA!' explicaba hace justo un año cómo se había desplazado a la lujosa urbanización de Sotogrande para entrenar de cara a “las próximas regatas”. 

La cosa no se queda ahí. Luis Medina Abascal aprovechó ese dinero para comprar dos bonos a razón de 200.000 euros cada uno: un 'Phoenix MSCI World' y un 'Global Dividend 10-50'.

Sin embargo, Alberto Luceño Cerón prefirió tener los pies en la tierra y, dado que cobró más dinero e incluso ocultó parte de sus comisiones a su socio, gastó 3.272.548,01 euros de los más de cinco millones de dólares que cobró en comisiones.

Además, se gastó 60.000 euros por estar cinco noches en un hotel de Marbella donde los investigadores no especifican si pagó más de 10.000 euros por cada noche o si pagó varias habitaciones para más personas y con más servicios además de la estancia, tres relojes Rolex por un total de 42.450 euros, una docena de coches por un total de dos millones de euros y el broche de oro: una casa en Pozuelo de Alarcón (Madrid) por un total de 1.107.400 euros.