La ministra de Industria, Comercio y Turismo, María Reyes Maroto, compartió hace unos días mesa con Richard Gere durante la entrega de los premios solidarios del Starlite, el emblemático festival que cada verano tiene lugar en Marbella (Málaga).

Allí, el intérprete dio su opinión acerca de España. La responsable gubernamental se confiesa sobre ello en una entrevista concedida a la revista Vanitatis.

Richard Gere, sobre España

“Me sorprendió sobremanera lo que le gusta nuestro país. Él, que ha visitado tantos países, ve España con mucha admiración”, asegura. Aunque el también activista estadounidense siente debilidad por determinados aspectos de nuestro territorio: “Me habló del impacto que le ha causado el Camino de Santiago, de nuestra rica gastronomía y de lo verde”.

En este punto se detiene la ministra: “Hablaba mucho de lo verde, de las flores y del contraste tan rico de paisajes de nuestro país (…) Es un placer tener un nuevo embajador de España que hable tan bien de nuestro país”.

No menos sincera es la opinión de Maroto sobre el protagonista, entre otras muchas películas, de Pretty Woman, cuando le preguntan si este le parece guapo. “Más que guapo. Es un auténtico galán”, sentencia.

Pero la entrevistada no solamente ensalza al actor, también a su mujer, sobre la que tampoco escatima en elogios: “Es encantadora. Se complementan mucho y les unen las causas comunes solidarias en las que ambos participan”.

“Soy muy de pueblo”

Reyes Maroto se encuentra de vacaciones en la ciudad andaluza. Sin embargo, la ministra abandona este fin de semana la costa del Sol para volver al pueblo. “Soy muy de pueblo”, subraya mientras lanza el mensaje de que desde su ministerio se está intentando “potenciar” el turismo rural.

“El fin de semana ya dejamos la costa y nos vamos para el pueblo (Ataquines, en Valladolid), que son las fiestas. Me toca dejar el glamour de Marbella para volver a esa España rural, a esa Castilla profunda que tanto quiero para compartir con mi gente”, añade. “Me crié en un pueblo y siempre vuelvo a él”.

En la entrevista, la responsable de Turismo en Moncloa saca también su lado más íntimo, que pretende dejar en un segundo plano durante su actividad anual, y habla de su marido, ingeniero de profesión, con quien comparte aficiones, sobre todo en el apartado musical.

“La música clásica nos encanta. Estar escuchando a Andrea Bocelli en directo es un regalo para el alma cada vez que lo oigo. Ya había asistido al concierto que hizo en el anfiteatro de Mérida y fue precioso. Esta música es mi favorita, pero debemos diversificar porque yendo con adolescentes, estas vacaciones también me está tocando escuchar mucha batuca”, explica refiriéndose igualmente de manera espontánea a su hijo y su hija, de 10 y 14 años respectivamente.

Con todo, la ministra, que celebra las “buenas cifras” de turismo en nuestro país este verano, pasa sus días de descanso a medio camino entre Málaga y Valladolid, un viaje que está aprovechando para desconectar, aunque no del todo porque, como ella misma mantiene “las videoconferencias te permite realizar tu labor desde cualquier sitio”. “Y eso está muy bien, pero tampoco desconectas nunca del todo”, explica.