Fueron muchos los rostros conocidos que ocuparon un asiento el pasado domingo en la Caja Mágica de Madrid para ver la final del Mutua Madrid Open que ganó Carlos Alcaraz. Aitana, Miguel Bernardeu, Roberto Leal, Raúl González, Miguel Ángel Silvestre o Gorka Otxoa se encuentran entre los nombres destacados.

Históricamente se ha dicho que el tenis es un deporte más elitista que otro. No quiere decir ni mucho menos que no requieras de esfuerzo para llegar a la cima, pero tampoco es mentira que haya estado relacionado con clases más altas que otras disciplinas. Precisamente sobre esta cuestión se pronunció el último de los actores mencionados anteriormente, ahora de nuevo en el centro de la palestra por Machos Alfa.

“Un poquito de Ayuso…”

El intérprete acudió al programa de radio de Buenismo Bien, conducido por Quique Peinado. En él, el humorista abordó cuáles habían sido sus impresiones en la final “como persona de izquierdas”. Otxoa respondió con toda sinceridad que él “no había ido al tenis en su vida”. “Obviamente no pagué por ello. Llegó la invitación por ahí y dije ‘ahí me voy”, añadió frente a los micrófonos.

Sin embargo, el actor no ocultó su afición al tenis, tampoco lo que se encontró cuando llegó al partido: “Me eché unas cervezas gratis, un poquito de jamón y entre gente un poco así… que la media PP-Vox es del 96%...”. Peinado, ante la situación, no perdió la oportunidad de hablar de la presidenta de la Comunidad de Madrid en una especie de “Sí, entiendo de lo que me hablas”. “Sí, un poquito de jamón, un poquito de Ayuso…”.

“También es interesante”

Manteniendo la conversación como el que la tiene entre amigos, Otxoa no dejó de apuntar que, más allá de la broma, acudir al tenis o a mundos “tan alejados” de los suyos es igualmente “muy interesante, sobre todo como actor”, ya que sirve igualmente como lección de vida: “Yo fui a empaparme un poco de gente tan alejada de mí para aprender”.

Semana intensa en lo deportivo

Siguiendo dentro del mundo del deporte, y situándolo ya fuera de la anécdota, lo cierto es que esta semana es una de las más intensas para los jugadores y equipos españoles. No va mal la cosa de momento, y es que después del triunfo del tenista murciano el pasado domingo -con saludo “máquina” incluido- el pasado martes le llegaba el turno al Real Madrid en Champions con su encuentro frente al Manchester City.

El encuentro, que muchos expertos calificaron como el partido del año o una final anticipada, se saldó de manera salomónica, dominio por partes de cada uno de los clubes y un empate a uno que ninguno celebra, pero tampoco lamenta. De esta manera, Vinícius y De Bryune impartieron justicia con dos cañonazos, mientras que será el Etihad -el estadio de los de Pep Guardiola- quien dicte sentencia.

Por otro lado, este miércoles le toca nuevamente el turno al equipo blanco, pero esta vez de baloncesto. Real Madrid y Partizan llegan con la serie de la Euroliga empatada después de que los de la capital de España salieran vivos del infierno de Belgrado. Habrá que esperar a la noche para ver si son capaces de hacer gala de su ADN y consumar la remontada y pasar de ronda.