Carlos Alcaraz está intratable en la pista, pero es que el jovencísimo murciano regala momentazos tanto dentro como fuera de ella. Empezando por su faceta alejado de lo estrictamente deportivo, no cabe duda de que el tenista español ya ha enamorado a medio país y de que lo ha hecho, además de por su juego, por joyas como las que dejó el pasado domingo nada menos que sobre la Caja Mágica cuando, sin vergüenza ni pereza soltó lo siguiente: “Lo primero de todo, ¿cómo están los máquinas?”.

Hay que tener valor o sentirse realmente cómodo para después de haber ganado el cuarto Masters 1000 de tu carrera amenizar con el saludo más famoso del momento, al más puro estilo David Bisbal. Lo cierto es que el momento bien lo merecía, pues el público estaba totalmente entregado. Después, los propios asistentes dieron las gracias al jugador y le aplaudieron una ocurrencia que ni los comentaristas del encuentro ni las redes sociales pudieron pasar por alto. “Ahora ya volvemos a empezar”, prosiguió el protagonista de estas líneas.

El tenista felicita a su madre

La nueva revelación del tenis español y mundial no encuentra rival en Madrid, donde ha revalidado el título de campeón al volver a levantar el Mutua Madrid Open, en este caso al doblegar al alemán Jan-Lennard Struff por 6-4, 3-6 y 6-3 en poco menos de dos horas y media de partido. La victoria le mantiene como número dos del mundo y deja el número uno a tiro, pues el hecho podría ser nuevamente una realidad con solo poner un pie en el Foro Itálico y jugar un partido en el torneo homólogo de Roma.

Después de la pregunta del millón (o el saludo del momento, según se mire) Alcaraz se puso más serio y reconoció, lo primero de todo, lo complicado de un partido en el que el jugador tuvo que preguntar varias veces a su entrenador, Juan Carlos Ferrero, por el siguiente movimiento ante todos los golpes que su rival había conseguido malograr. “Hoy he disfrutado a ratos”, reconocía. “(…) Pero al final esto es con lo que hay que vivir. Hay veces que los nervios te pueden, las piernas te pesan y es difícil a pesar de que quieres jugar bien”, añadía; aunque reconocía en última instancia “haber disfrutado más de lo que había sufrido”.

También dio cuenta de algunos de los golpes maestros que registró durante su partido, de esos que, se nota, “se entrenan”, pese a que existe una parte de improvisación: “Pasamos todos los días muchas horas en pista, pero hay otros (golpes) que salen de dentro. Hay algunos que no suelo hacer en los entrenamientos y que aquí me salen. Muchas veces me repito a mí mismo “Charly, haz magia”, y te sale, lo que tienes dentro”.

Acto seguido, dio las gracias al torneo, a su equipo y a Madrid. “Quiero dar la enhorabuena a Feli, a todo el mundo que hace posible este evento… Es un trabajo increíble y un torneo superespecial”. “Gracias también a mi equipo, como siempre digo, ya que nada de esto sería posible sin ellos”, añadía: “Hay mucho trabajo día a día (…) No os considero equipo, os considero familia, porque eso es superimportante”.

Alcaraz sacó tiempo asimismo para felicitar el día a “todas las madres”, especialmente a la suya: “Quiero hablar de la mía, que es increíble que pueda estar ahí viéndome. Muchas gracias, mamá, no es posible que estés en todos los torneos y que hoy estés ahí es superespecial. Quiero que sepas que te quiero mucho”.

Alcaraz en rueda de prensa

Ya luego en sala de prensa siguió hablando de todas estas cuestiones, haciendo especial mención a un torneo que empieza a sentir suyo: “Son logros muy bonitos, mi décimo título, mi cuarto Masters 1000, defender título en Madrid, a las puertas del uno… Son cosas muy grandes, me siento muy orgulloso de los logros que estoy consiguiendo. Soy un chico ambicioso, así que vamos a por Roma”.

Entre la multitud de preguntas que respondió con más calma, desde este medio hemos elegido dos que se salen un poco de la faceta deportiva. La primera de ellas tiene que ver con el hecho de haberse convertido en un ídolo de la gente: “Me alegra saber que estoy transmitiendo las ganas de ver tenis. Que la gente lo practique por mí es una maravilla”, reconocía respecto a ello.

Asimismo, lanzó un consejo a los que empiezan que bien podría ser aplicable a cualquier ámbito de la vida: “Que disfruten del camino, La primera vez en todo hay que disfrutarlo. Tener pasión y querer trabajar duro”. De hecho, asume que habrá días en los que las ganas no lleguen, pero que esos días “son los que valen”. “Tienes que ponerle actitud y pasión. Y también escuchar a los que saben”, apuntaba.