En apenas cinco minutos, Mario Vaquerizo - rostro fetiche de Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez-Almeida en Madrid -, agitó las aguas políticas de Elche y encender la mecha de la polémica en el arranque de sus fiestas patronales. El artista, showman y líder de las Nancys Rubias fue el encargado de dar el pregón de inicio en una abarrotada Plaça de Baix, con un discurso improvisado, sin papeles, sin guion, plagado de frases inconexas y un notable desconocimiento de la ciudad. Aun así, fue recibido con entusiasmo por parte del público y del propio alcalde, Pablo Ruz (PP), aunque no sin consecuencias: sus socios de Gobierno, Vox, se ausentaron en señal de rechazo por su elección.
“No sé por dónde empezar”, fueron las primeras palabras de Vaquerizo, que resumieron bien el tono general del pregón: desordenado, emocional y populista. A pesar de la espontaneidad, o quizá precisamente por ella, el discurso provocó un cisma dentro del equipo de gobierno. Vox, que sostiene al PP en la Alcaldía, consideró que la elección de Vaquerizo “denigraba” un acto con más de dos mil años de historia, según declaró el edil de la formación, Samuel Ruiz. Los tres concejales de Vox no acudieron, evidenciando la tensión con el Partido Popular.
El showman, que llegó al Ayuntamiento escoltado por cuatro agentes de la Policía Local, no disimuló los nervios. Sudoroso y visiblemente incómodo, fue acompañado durante el acto por un alcalde que incluso tuvo que abanicarlo en varios momentos. Aun así, Vaquerizo intentó ganarse al público con frases lanzadas desde el corazón, aunque muchas sonaron a cliché turístico: “Tengo muchos amigos en Elche”, “Soy fan de la belleza y la historia”, “Esta ciudad es tan bonita”, o “Tenéis la mejor patrona, la Virgen de la Asunción”.
Vergonzoso el pregón de Mario Vaquerizo. Se inventa el gentilicio de Elche, que ahora es iliciceños, y la Marededéu la Madre Neus. Pablo Ruz debe unas disculpas a toda la ciudad por tan bochornoso espectáculo . @sextaNoticias @laSextaTV @A3Noticias @telecincoes pic.twitter.com/MXFMkMQwRO
— Juan C. (@JuanCarlosGRuiz) August 7, 2025
Discurso caótico, lleno de clichés y sin filtros
Durante su breve intervención, se acordó del Misteri d’Elx, del Palmeral y de la Dama de Elche, aunque sin profundizar en ninguno de estos símbolos locales. “Elche es un oasis de verdor”, dijo tras visitar el palmeral, antes de animar a los asistentes a sentirse orgullosos de sus tradiciones y fiestas. También ensalzó a las reinas y damas de las fiestas, a los Moros y Cristianos, a las charangas y a los Pobladores. “La Batalla de Flores es auténtica adrenalina”, comentó, logrando arrancar una sonrisa del alcalde.
Sin embargo, el momento más viral llegó con un lapsus que no pasó desapercibido: “No eres nadie si no eres iliciteño”, dijo, confundiendo el gentilicio. Rápidamente rectificó: “ilicitano, gracias por permitirme serlo”. Un desliz que se suma a otros momentos de desconcierto en un pregón que algunos ya califican como el “estilo Vaquerizo”: breve, caótico y sin filtros.
A pesar de todo, el pregonero fue reconocido con el Ram d’Or, una insignia que suele otorgarse a quienes abren oficialmente las fiestas. El público, entregado, celebró el pregón con aplausos, deseoso de pasar a lo que realmente importa en estas fechas: cenar en los cuartelillos, acudir a las barracas y disfrutar de los festejos.
Concierto de las Nancys Rubias
Lejos de terminar ahí su participación, Vaquerizo aprovechó la ocasión para promocionar el concierto que dará junto a su grupo, las Nancys Rubias, dentro del programa festivo. El evento, que costará al Ayuntamiento 28.000 euros más ingresos por entradas (a 10 euros), servirá como colofón a su paso por la ciudad. Para animar a la gente, no dudó en entonar uno de sus temas más conocidos: “¡Me da igual, qué más da...!”, coreado por buena parte del público, rompiendo cualquier atisbo de protocolo.
Con esta actuación fugaz pero impactante, Mario Vaquerizo no solo inauguró las Fiestas de Agosto de Elche, sino que dejó al descubierto las fracturas políticas del consistorio. PP y Vox, socios en el gobierno municipal, evidencian una vez más sus profundas diferencias culturales y de modelo de ciudad. Mientras tanto, la ciudadanía, entre la anécdota y la polémica, ya está en fiestas.