El poeta y director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, ha dado una lección de realidad a los oyentes de la Cadena Ser durante su sección en Hoy por Hoy, La Mirada. A lo largo de su testimonio, el intelectual ha defendido las condiciones de vida en España ante los discursos apocalípticos que llegan desde la derecha y sus altavoces mediáticos. Y lo ha hecho desde Estados Unidos, donde se han inagurado sendas sucursales del Instituto Cervantes en Los Ángeles y Nueva York. 

"Aquí todo va bien, y España tiene prestigio, pero lo que me llega desde allí, es que estamos al borde de la quiebra, en medio de un golpe de Estado, en un terremoto social, según denuncian con palabras alarmadas los representantes de Vox, Ciudadanos y el PP", ha expresado en primera instancia.

Así ha utilizado la ironía García Montero para definir el horizonte negro que presenta la derecha: "Parece que vamos a ser expulsados de Europa, que es obligatoria una inmediata moción de censura, porque la nación se rompe. Este griterío no es nuevo, pero cuando uno está en España, puede salir a la calle, hablar con la gente y comprobar que las cosas van más o menos bien, que hay un Gobierno legítimo, que los amigos catalanes disfrutan de una calma hace tiempo desconocida, y que los políticos europeos nos visitan y nos tienen cariño", ha señalado Montero quien ha definido también que "vivir el día a día en España, si lo comparamos con otros momentos de crisis, demuestra que es más útil la democracia social que el banquete alarmado de los monstruos".

Finalmente, el poeta ha lanzado un alegato al optimismo contra el relato del "gallinero reaccionario": "Por fortuna hay una prensa decente que nos calma y nos convence de que el vuelo de regreso no nos llevará a un infierno, sino a la humilde vida normal".

Luis García Montero en 'Viajar, vivir, leer'

El poeta ha sido el último invitado a la sección de entrevistas de ElPlural.com, Viajar, vivir, leer, donde ha hecho un repaso a su carrera profesional y a su relación con la escritora Almudena Grandes, tristemente fallecida en 2021.

"Hay gente que no lo ha hecho o que ha tenido la suerte de conocer el amor, pero morirse sin estar enamorado. Y en este libro, después del dolor y pasado el tiempo, aprendía a comprender el privilegio que había sido poder cuidar y sentirme cuidado por la persona que quería. Cuando estás en una enfermedad, si tienes un mal día de preocupación y miedo, intentas ocultarlo para no contagiárselo al otro. Y eso lo hace el que cuida, pero también quien está siendo cuidado. Porque no quiere contagiarte el miedo de su muerte cercana”.