Luis García Montero, poeta y viudo de la escritora Almudena Grandes, ha lanzado este martes un mensaje sin pelos en la lengua a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, aprovechando las “pompas fúnebres” que están teniendo lugar por la muerte de Isabel II, quien era enterrada el pasado lunes.

El escritor ha tenido una opinión en la Cadena Ser que no ha dejado indiferente a ningún oyente y cuyo hilo conductor ha sido el protocolo del Ejecutivo popular durante la pandemia del coronavirus, calificado por algunos como “protocolo de la vergüenza” o “protocolo de la muerte”.

El que fuera marido de la escritora madrileña ha hablado de los ancianos fallecidos en esas fechas, cuando la región impidió el traslado de residentes a hospitales. Ha comenzado refiriéndose a ellos de manera anónima, pero en realidad ha puesto nombre y apellidos no solamente a la protagonista de sus palabras, sino a todos los afectados.

“No estoy seguro de que nuestros oyentes se hayan enterado de la noticia de su muerte. Nació el 21 de abril de 1926, se casó en 1947, tuvo cuatro hijos. Llevó con mucho discreción los divorcios de sus herederos. Y no es de extrañar, porque la vida la había acostumbrado a los años horribles. Sufrió una guerra con bombardeos graves sobre la ciudad en la que vivía. La historia de su muerte fue algo más que una noticia, más bien una definición del mundo en el que vivimos y las secuelas de su adiós se han alargado mucho”, ha iniciado. “Hoy hace 916 días que el Gobierno de la Comunidad de Madrid emitió el protocolo por el que se impedía el traslado a los hospitales de las personas con síntomas de covid que vivían en las residencias de mayores”, ha continuado.

“Alguien que no era médico tomó una medida”

Con ello, el poeta ha lamentado que se habla “mucho de la politización de la justicia, pero los efectos de la de la politización de la medicina fueron mucho más trágicos en este caso ”. “Alguien que no era médico tomó una medida por la cual más de 7.000 personas murieron en Madrid sin atención hospitalaria. En la primavera de 2020 florecieron los rosales de la crueldad y la indiferencia. Todos tenemos o hemos tenido padres, madres, abuelos o abuelas. ¿Nos olvidamos?”, ha cuestionado.

A modo de conclusión, ha dado el nombre de la persona concreta a la que se refería -aunque es menester mencionar que en verdad hablaba de todos los que padecieron aquella decisión- y se ha referido a los honores y el seguimiento al fallecimiento de la monarca de Reino Unido, además de al luto que decretó la propia presidenta madrileña.

“¿Nos olvidamos? La madre de mi amiga Marta tenía 96 años, la verdad es que no necesitó solemnes funerales, visitas de grandes estadistas ni páginas en la boca de esos animales rumiantes que son los medios. Le hubiese bastado con un tratamiento. ¿Es demagogia hablar de una anciana madrileña en estos días que deben estar protagonizados por las pompas fúnebres de una reina? No lo sé, eso depende de la manera en la que tengan de entender el bien común, la vida y la muerte cada uno de nuestros oyentes”, asume.