Álvaro de Marichalar, hermano del que fuera marido de la Infanta Elena​, está pasando la crisis provocada por el coronavirus en Miami. El coronavirus se interpuso entre su sueño por surcar los mares en una moto acuática, pero parece ser que ya está volviendo a la vida pública, tanto que ha expuesto sus sentimientos partidistas en un mitin pro Vox, donde hasta han rezado un 'Padre nuestro'. Álvaro de Marichalar se ha hecho eco de las manifestaciones y protestas que los de Abascal están haciendo en España y ha decidido pregonar por Miami las palabras de la formación ultraderechista.

Ofreció un mitin en medio de la calle dirigido a un reducido grupo de personas y su discurso no ha pasado desapercibido en las redes sociales, que ha sido él mismo el encargado de difundirlo y no han sido pocas las críticas que ha recibido. “Desde cualquier rincón del mundo, todos los españoles tenemos la obligación de liberar España de la mafia chavista que nos asesina, humilla y arruina. Sólo necesitamos abrir los ojos y actuar con decisión, convicción, determinación y fe”, comenta el cuñado de la Infanta Elena.

En un tuit reitera su postura: “Todos los españoles tenemos la oportunidad y la obligación de ayudar a salvar España de las garras criminales de la HEZquierda. Está en nuestras manos recuperar la libertad y el bienestar. El primer paso es desarticular la mafia de los medios de imposición”.

Pero sus cuestionables declaraciones no se quedan ahí, ya que asegura que la República del 31 llegó después de un golpe de Estado: “El 14 de abril de 1931 se impuso por la fuerza de un golpe de Estado de la izquierda una república ilegal, ilegítima y criminal que arruinó España y provocó la guerra entre españoles. No permitamos que se repita algo parecido hoy, por mucho que la mafia chavista lo esté buscando”.

No es la primera vez que causa polémica ya que en 2017 acusó a los Mossos d'Esquadra de intentar asesinarle en octubre de 2017. El hermano del exmarido de la infanta Elena fue detenido por desobediencia y resistencia a la autoridad tras enfrentarse a un grupo de agentes que le habían sacado de la plaza de sant Jaume, en la que se manifestaba contra los soberanistas. “Me metieron dentro y, cuando estaba fuera del plano de la cámara, me torturaron e intentaron asesinarme”, denunció