Ha habido muchas reacciones a las elecciones de Italia, y es que la victoria de Giorgia Meloni, líder del partido Hermanos de Italia (Fratelli d'Italia) abre una etapa de incertidumbre en el país y en Europa. En este sentido, otro de los aspectos que ha provocado críticas ha sido el trato de algunos medios de comunicación, así como de varias personalidades importantes como políticos o expolíticos a la hora de referirse a una líder que ha lanzado loas a Benito Mussolini.

En la línea de decir que Meloni no es fascista se ha situado, por ejemplo, el exministro de Exteriores durante el Gobierno de Mariano Rajoy, José Manuel García Margallo. La definición de la ultraderechista italiana por parte del expopular no ha estado exenta de polémica. Esto es lo que ha dicho de ella durante la emisión de Ágora, espacio de Hora 25 (Cadena Ser).

“Quiero ver qué hace Meloni en el capítulo de derechos sociales y respecto a las sanciones a Rusia. Lo que sí me parece importante es no entrar en la magia negra de las palabras. Lo que no es Meloni es fascista”, sostuvo frente a los micrófonos en la mesa que comparte con Pablo Iglesias y Carmen Calvo.

La definición mediática

Las palabras de Margallo llegan en pleno debate sobre el presunto blanqueamiento de los medios de comunicación a la extrema derecha, lo que ha alimentado la oleada de críticas en redes sociales.

Lo que es evidente es que Italia abraza al fascismo 79 años después y se convierte en el primer país del entorno cercano a España -descartando dentro del mismo a países como Hungría, del otro ala del mapa- donde habrá un gobierno de ultraderecha.

Calificativos a parte -aunque estos no dejan de ser importantes- la línea de actuación de Meloni es muy clara, y su agenda también. En ese sentido, las políticas que plantea la líder a la que ensalza Vox pasan por ir en contra del aborto, la inmigración o mantener un discurso, cuanto menos beligerante, con la Unión Europea.