Poco, por no decir nada, queda de aquel “hasta aquí hemos llegado” que entonó Pablo Casado desde la tribuna de oradores durante la moción de censura registrada por Santiago Abascal. Se produjo, entonces, un cambio estratégico con respecto a la ultraderecha, pero todo quedó en una ensoñación. Todos los cuadros genoveses, sea cual fuera el escalafón, echan un capote cada vez que pueden.

El último en hacer lo propio ha sido José Manuel García-Margallo. El exministro de Exteriores del Gobierno de Mariano Rajoy, quien en su momento pujó en las primarias, hizo un polémico comentario en El Ágora de Hora 25 de la Cadena Ser.

En dicho debate, la exvicepresidenta de Pedro Sánchez, Carmen Calvo, no titubeó en calificar a Vox de “partido fascista”, lo que provocó la reacción de Margallo: “Vox puede ser muchas cosas, pero lo que no es es un partido fascista”.

El exministro, a fin de argumentar su postura, dio un repaso histórico respecto al partido fascista italiano, aunque admitió que entiende que la exvicepresidenta haya tenido una ”licencia retórica”.

En su turno de palabra, Calvo le aclaró que no ha sido una licencia retórica, esgrimiendo el “chaparrón” de mensajes de exclusión y odio cada vez que llegaban al Congreso frente a los diputados de Santiago Abascal. Además, ha insistido que con los 52 escaños de Vox, 43 años después, se percibe “un discurso fascista, excluyente y lleno de odio”. “Lo que tenemos en frente es un fascismo galopante que viene a poner en jaque el modelo político”, ha respondido Carmen Calvo.

“En su proyecto no cabe nadie”, ha apostillado Pablo Iglesias.