El portavoz de Esquerra Republicana (ERC) en el Congreso, Gabriel Rufián, ha utilizado su tono habitual para referirse a la situación que atañe a los caseteros de Sevilla, quienes estos días han pedido la ampliación de jornada para los trabajadores que operan en la Feria de Abril.

Los empresarios de la capital andaluza piden un encaje excepcional en la reforma laboral para adaptarla a sus condiciones particulares. En concreto, solicitan contratos de una semana y por una jornada de hasta 14 horas debido a la “especial disponibilidad de horarios” que requiere el evento. Sus demandas han sido rechazadas o, al menos, recibidas con críticas por parte de los sindicatos y el Ministerio de Trabajo.

El alegato de Rufián

El diputado de la formación catalana en la Cámara Baja ha sido uno de los más críticos con la situación y ha lamentado, no solo que exista un “casetero esclavista”, sino también que existan trabajadores que votan “lo mismo que él en unas elecciones”.

“Aquí la novedad no es que un casetero esclavista defienda poder esclavizar a un trabajador. Aquí la novedad es que un trabajador defienda el derecho del casetero esclavista a esclavizarle, votando lo mismo que él en unas elecciones”, asevera en su cuenta de Twitter. “Y eso está pasando”, añade.

Replantearse la decisión

En las últimas horas, según publica El País, la Asociación de Empresarios de Hostelería de Feria de Andalucía se estaría planteando deponer su anuncio este miércoles. Así las cosas, la amenaza del paro podría quedarse en un mero aviso si se obedece a las declaraciones del secretario de la Asociación Andaluza de Hostelería de Feria, Manuel Sánchez, quien ha anunciado la convocatoria de una asamblea “lo antes posible” para replantearse la decisión tomada por el sector. De esta manera, se reunirán de nuevo para abordar “matices” de la reforma laboral que dicen desconocer.

Díaz y la reforma laboral desmienten a los caseteros

Con el enfado de los trabajadores por lo que consideran una explotación, la responsable de Trabajo, Yolanda Díaz, defiende igualmente la reforma laboral. En este sentido, la ministra de Unidas Podemos y principal encargada de sacar adelante la nueva normativa -que se aprobó en el Congreso con una votación in extremis - asegura que el texto “no toca” las jornadas laborales, pero que la ley hay que cumplirla “en todos los sitios”. Además, asegura que existen “modalidades contractuales” recogidas en la reforma que se pueden poner en práctica.

Obedeciendo al documento, el convenio establece una jornadas laborales de ocho horas, con descanso de 12 horas entre una y otra. Los empresarios aseguran que es inviable porque la atención al público es “muy prolongada”, mientras que los sindicatos critican también que haya quienes quieren “legalizar el ahorro ilegal” que hasta ahora “venían realizando” para “evitar sanciones” o multas.