El periodista Jordi Évole ha hecho una reflexión diferente sobre la polémica surgida alrededor de la actriz Itziar Ituño, después de que asistiera el pasado sábado a una manifestación en Bilbao a favor de los derechos de los presos de ETA.

La actriz, que da vida a Raquel Murillo en la serie La casa de papel, ha tenido que ver cómo Iberia y BMW, marcas con las que estaba vinculada en campañas de publicidad, han roto estos lazos tras su participación en la citada marcha en el centro de Bilbao para defender la aplicación de la política penitenciaria a los presos de ETA que ya cumplen su condena en las cárceles vascas. "No nos vinculamos con ninguna ideología política, por lo que lamentamos que se haya vinculado la imagen de BMW Lurauto con cualquier tipo de contenido ideológico, ya que reafirmamos nuestro compromiso con la diversidad, inclusión y respeto al 100% de la sociedad", publicaba este lunes el citado concesionario en su perfil oficial de X, antes Twitter.

Al calor de este contexto, Jordi Évole ha dedicado su columna de esta semana en La Vanguardia a hablar de estos hechos, vinculándolos con el fichaje de Rafa Nadal como embajador del tenis de Arabia Saudí. El presentador de Lo de Évole ha firmado en su texto que "nuestro Vamos Rafa Nadal no ha tenido inconveniente en hablar maravillas del país petrolero, a cambio de un cheque de no sé cuántos ceros que le ha convertido en ­embajador del tenis saudí".

"Durante su carrera, Nadal no se ha mojado mucho en temas políticos, como la inmensa mayoría de los deportistas de élite. Pero me pega que Nadal sea de los que dicen 'ni de izquierdas ni de derechas' o 'ni machista ni feminista', ¿saben?", ha opinado Évole.

En este sentido, Évole ha recordado a otros deportistas de élite que también han caído en los multimillonarios contratos de Arabia Saudí, como el golfista Jon Rahm o futbolistas como Cristiano Ronaldo o Karim Benzema. "El país se ha comprado acontecimientos a golpe de talonario: un rally Dakar, un Mundial de fútbol, una Supercopa de España", ha enumerado.

"Esta semana en España hemos recuperado tradiciones propias de regímenes absolutistas", ha argumentado. "Se ha señalado y lapidado a una actriz por acudir a una manifestación en defensa de los presos de ETA. "La derecha y la extrema derecha, con esa nostalgia enfermiza que gastan, se empeñan en recuperar tradiciones más propias de un régimen como el saudí que de una democracia asentada como la española", ha comparado, antes de explicar que "lo peor de todo es que a veces se salen con la suya". En estas líneas, la intención de Évole no ha sido otra que la otra que la de defender la libertad de expresión, que, a su juicio, se ha vulnerado al atacar de tal manera a Itziar Ituño por su presencia en esta manifestación.

Anteriores críticas a Ituño

La actriz, vasca de nacimiento en la localidad de Bausari, en Bizkaia, ha sido objeto de muchas críticas en otras ocasiones a cuenta de sus opiniones políticas. Lo fue por manifestarse a favor de los derechos de los encarcelados por ETA en el año 2017, cuando se sumó a una marcha para defender el reagrupamiento de los presos en Euskadi. Entonces también fue centro de un boicot que se extendió a toda la serie por participar en un homenaje a Arnaldo Otegi, líder de EH Bildu, tras salir de prisión en el 2016.

Pese al llamamiento de presiones contra La casa de papel, que entonces se emitía en Antena 3 antes de su salto a Netflix, la audiencia respondió con un 25,1% de cuota de pantalla y más de cuatro millones de espectadores, convirtiéndolo en el mejor estreno de ficción de la temporada. En aquel momento Ituño aparecía en un vídeo de la asociación Sare Herritarra Nafarroa en el que defendía los derechos de "los presos, exiliados y deportados vascos".

"Firmé contra la dispersión. Es algo que en el País Vasco es más o menos habitual", ha sostenido en algún momento Ituño en una entrevista con El País. "Eso te deja medio tocada. Un mal trago. No sé a quién le dio por intentar un boicot a la serie, pero ya ves cómo les fue. Estamos rodando la cuarta temporada y me da en la nariz que no se acaba ahí", aseguraba entonces la intérprete sobre las peticiones de boicot.