"Cacique sin limón, sus muertos. Ya lo podría quitar con los dedos el cabrón". Es el mensaje que aparece escrito en el ticket de un cliente de un bar en El Puerto de Santa María. Detrás de este mensaje hay una viral historia que ha publicado en su cuenta de Facebook el usuario Alejandro Sánchez.

Según cuenta, ocurrió el pasado sábado en el Restaurante El Embarcadero en el momento en el que pidió una copa de ron con Coca-Cola sin limón, algo que al parecer no sentó del todo bien al camarero que atendió la comanda, que decidió dejarlo por escrito en el mismo ticket cuando el cliente pidió la cuenta.

"Soy cliente habitual de ese bar y jamás he visto una mala cara ni un mal comentario por parte de los camareros que trabajan allí", asegura uno de los comentarios del post.  "Yo veo eso en el ticket y me lo tomo a guasa", le decían otros rebajando el comentario.

Sin embargo, el usuario contaba la historia. "Me ha pasado hoy uno de los momentos más bochornosos de mi vida, en el bar Embarcadero Puerto de Santa María en la Avenida de la Bajamar. He pedido un cubata, un cacique cola sin limón, y el camarero escribió esto en el ticket de la comanda", comienza. "Qué vergüenza, qué profesionales, ahora si queréis ir ya sabéis lo que piensan de sus clientes", explicaba.

"Estábamos tomando una copa, se cayó la sombrilla con la copa recién puesta, me puso chorreando, vino la camarera y le dije que no se preocupara que esas cosas pasan", añadía. "Nos pusieron la copa, ni me dijo de traerme nada para secarme, los zapatos llenos de cubata. Total, seguimos allí y estábamos a gusto, que habíamos pagado la copa, y nos pedimos otra".

"Y le decimos al camarero, estamos tan a gusto que nos vamos a tomar otra. Le pedimos un Larios y el cacique sin limón, lo apunta en la PDA y nos lo trae. Al ponernos la copa se le cae un papelito, que lo cojo y es ese ticket", indica.

"Me quería morir, entré dentro para decírselo a la de la barra y sonríe y dice que son cosas entre ellos. Me quita el ticket y lo rompe, no sabía que le hice una foto", añade.

Y denuncia: "En 20 minutos no salió ni dios a disculparse. Entró mi mujer a pagar y le dijeron lo mismo, que eso es una broma entre camareros, que ellos no pensaban eso".