La guerra entre Israel y Palestina, que tiene como epicentro la Franja de Gaza, está generando desde el ataque de Hamás el pasado 7 de octubre una cascada continúa de reacciones en redes sociales, tanto de personas anónimas como de otras personalidades más conocidas por el público.

Uno de ellos, el magistrado Joaquim Bosch, quien suele pronunciarse sobre acontecimientos de calado, ha dejado en las últimas horas un apunte sobre este conflicto a través de X –red social antes conocida como Twitter- que da pie a la reflexión.

“La legítima defensa requiere proporcionalidad y necesidad racional del medio empleado. Cuando Israel bombardea hospitales o poblaciones, mata civiles inocentes y echa de sus hogares a miles de palestinos, no se está defendiendo”, ha comenzado esgrimiendo, haciendo alusión directa así a algunas de las pronunciaciones internacionales sobre la postura del Gobierno de Benjamín Netanyahu. “Está atacando y violando el derecho internacional”, ha resuelto el magistrado.

Este mensaje no ha tardado en aglutinar multitud de reacciones, llegando a cosechar más de 10.000 ‘me gusta’ en la red social y cerca de 5.500 compartidos. A la par, y en una segunda publicación, instado por las 200 personas secuestradas por Hamás, Bosch ha añadido: “Por supuesto que pido que los liberen. Del mismo modo que he condenado reiteradamente los actos terroristas de Hamas. A la vez, me indignan estos asesinatos de palestinos inocentes y me duele que haya gente que solo lamenta las muertes en el lado israelí”, ha proseguido argumentando, dando evidencia así de las dos vías de argumentos que hay en la opinión pública sobre el conflicto.

El ataque a un hospital palestino, la última tragedia de la guerra

El bombardeo del hospital Al-Ahli de este martes en la Franja de Gaza se cobró la vida de unas 500 personas y provocó cientos de fallecidos, convirtiéndose en una de las escenas más atroces que ha dejado este conflicto armado desde que estalló el primer ataque del grupo terrorista Hamás a Israel el pasado 7 de octubre. 

Por un lado, los grupos palestinos atribuyen el ataque a las fuerzas israelíes; por otro, el Gobierno de Benjamín Netanyahu negó la autoría, argumentando que el edificio no fue destruido en su totalidad, que no ha sufrido daños graves y que fue una explosión menos con epicentro en el aparcamiento adyacente causada por un cohete fallido por el grupo armado de la Yihad islámica. Todo ello pese a las duras imágenes que han trascendido en redes sociales y medios de comunicación en las últimas horas.

Cuando la escalada de tensiones estalló en la toma de las armas por parte del grupo Hamás a Israel y que ha derivado en la guerra actual, las muertes ocasionadas por los bombardeos israelíes hacia la Franja de Gaza han elevado a 3.200 las personas fallecidas, mientras que los heridos quedan en 11.000, según cifra el Ministerio de Salud gazatí. Estas cifras suponen un incremento de 200 muertos más antes de que se produjese el atentado contra el hospital Al-Ahli. Sin embargo, y con los últimos bombardeos, las cifras podrían ascender en las próximas horas y días.

Además, cabe remarcar que las autoridades de Gaza han acusado así al Ejército israelí de haber atacado el hospital el pasado sábado, hace cuatro días atrás, para reclamar posteriormente su evacuación. En estos términos lo ha especificado el viceministro de Salud, Yusef Abú al Rish, insistiendo en que el ataque “fue precedido por el bombardeo de dos proyectiles” en las mismas instalaciones sanitarias. “La ocupación está amenazando a los hospitales y no se tomaron medidas disuasorias, sino que se recibieron mensajes de tranquilidad y apoyo. Al bombardeo del hospital le siguió el bombardeo de las proximidades del Hospital Europeo de Gaza”, ha lamentado este miércoles en rueda de prensa.