Una de las cosas más importantes que hay que saber en torno a la Casa Real, especialmente si se es un defensor de la misma, como es el caso del Partido Popular, es el tratamiento que se le da a sus respectivos miembros. Las Nuevas Generaciones del Partido Popular han protagonizado un patinazo a propósito de esto, y el diputado del PSOE en la Asamblea de Madrid Santi Rivero no ha dudado en darles una sólida respuesta. 

En el tuit original, la sección joven del PP han compartido una imagen de la princesa Leonor ataviada con uniforme militar, tras haber entrado en la Academia Militar de Zaragoza para comenzar su formación en este campo. En lo que ha sido un intento de celebrar este hecho, las NNGG han escrito: 

"Nuestra futura reina cumple su deber ingresando hoy en la Academia General Militar de Zaragoza. Fuerza y ánimo Majestad".

El mensaje contiene un error de bulto que no han podido rectificar: el tratamiento de Su Majestad soólo corresponde a los monarcas, mientras que el tratamiento para la princesa, en este caso, sería alteza real. 

Precisamente esta puntualización es la que ha hecho Santi Rivero en su tuit, acompañada de un pequeño dardo a los 'populares' sobre sus filias con la monarquía:

"Son tan monárquicos que no saben que el tratamiento majestad es solo para los reyes y que el tratamiento para la princesa de Asturias es el de alteza real", ha expresado el diputado socialista en la Asamblea madrileña, con una respuesta que ha superado los 6.100 'me gusta' y las 366.000 visualizaciones.

 

"Estoy ilusionada y con nervios"

Estas fueron las palabras de la princesa de Asturias al comenzar su instrucción militar en Zaragoza. Tras cursar su bachillerato internacional en Gales, Leonor ya está en la Academia Militar de Zaragoza para empezar su primer día en el Ejército junto al resto del alumnado de primero, convirtiéndose en cadete (en concreto, en Dama Alférez Cadete).

La estancia de la princesa Leonor en la Academia General del Ejército de Tierra en Zaragoza estará regida por el 'Decálogo del Cadete' en el que el compañerismo, el sacrificio y la fidelidad al Rey constituyen piedras angulares que quedarán grabadas en la memoria de quien está llamada a convertirse en la próxima capitana general de los Ejércitos.

La princesa de Asturias tendrá que memorizar estos diez puntos desde el primer momento, toda vez que se tiene que recitar en el acto diario de control nocturno. De hecho, si ha seguido los consejos del director de la Academia, el general Manuel Pérez López, en su carta de bienvenida a los nuevos cadetes ya debería haberse familiarizado con el mismo, "guía y marco moral de actuación", que les animaba a conocer antes de incorporarse.

Creado en 1927 y sometido solo a algunos cambios con el paso del tiempo, exige "gran amor a la patria y fidelidad al Rey", "espíritu militar" o "ser fiel cumplidor de sus deberes y exacto en el servicio". También conmina a "no murmurar jamás ni tolerarlo", a "ser valeroso y abnegado" y "tener amor a la responsabilidad y decisión para resolver".

El día a día en la Academia

El horario habitual de los alumnos de la AGM empieza a las 6.30 horas, con el toque de diana. A continuación, el desayuno. Cuando finalizan, las clases comienzan a las 7.45 horas de la mañana, incluyendo formación teórica y formación física. A partir de las 14.00 horas, se abre el comedor, el cual posee un sistema de autoservicio, con menú único para todos, que consiste en un primer y segundo platos y varios postres para elegir.

Por las tardes, los alumnos tienen actividades y horas de estudio, además de un periodo de tiempo libre. Para finalizar la jornada, la cena comienza a las 20.00 horas, hay control nocturno a las 22.30 horas y toque de silencio a las 23.00 horas, aunque se puede estudiar por la noche, bien sea en las habitaciones o en las aulas.

Una vez han hecho la jura de bandera, los alumnos pueden salir por las tardes de la AGM, aunque habitualmente no lo hacen, pues el programa académico es intenso y prioritario. Los fines de semana también cuentan con un horario de salidas que les permite hacer actividades alejadas de su rutina en la academia militar.