Las autoridades judiciales de Austria, en concreto la jueza administrativa de Linz, Karin Lidauer, han ratificado la prohibición de utilizar armas de fuego para el príncipe Ernesto Augusto de Hannover al determinar que “es un peligro para el público”.

La perentoria sentencia se ha hecho pública después de que la Corte rechazara un recurso presentado por el príncipe sobre una sentencia anterior con la que otro tribunal le había retirado el permiso para utilizar armas de fuego en 2020 tras un incidente que ocurrió en las cercanías del pabellón de caza.

La madrugada del 15 de julio de 2020, la policía recibió una llamada de auxilio del príncipe indicando estaba tirado en una zanja y que le estaban intentando asesinar. Así, dos agentes acudieron al lugar donde encontraron a dos personas, pero no a Hannover, que se encontraba en su pabellón de caza en Grünau, donde de manera agresiva expulsó de su propiedad a los agentes y a la pareja que los acompañaba.

Según cuenta El País citando al periódico austríaco Kronen Zeitung, "el príncipe les dijo a los policías que ese hombre ya había tratado de matarlo tres veces al no darle su medicación". Y es que según el informe policial en poder del citado medio extranjero, "Ernesto Augusto se fue poniendo cada vez más agresivo y agarró a uno de los dos oficiales por la cabeza. El policía se defendió y le dio un golpe de tal calibre que lo tiró al suelo. Fue entonces cuando el príncipe amenazó a los agentes con un afilador de cuchillos de 30 centímetros. Los oficiales se lo quitaron de la mano y lo retuvieron en el suelo". Aun así, al levantarse dio un puñetazo a un agente de policía.

Afilador de cuchillos, bate de béisbol y señal de tráfico como armas

La fiscalía de Wels pidió el pasado mes de diciembre una pena de tres años de cárcel. “Se lo acusa de intentar repetidamente impedir que los agentes de policía realicen diversos actos oficiales mediante el uso de la fuerza y haciendo amenazas peligrosas, y de herir también a algunos de ellos en el cuerpo”, indicaba la Fiscalía. También fue acusado posteriormente “de dañar el cristal de la ventana del comedor del edificio residencial de la Fundación del duque de Cumberland y de intentar obligar a la pareja de empleados de allí, junto con su hija, a abandonar el edificio que ocupaban mediante amenazas peligrosas”.

Pese a que no ha usado nunca armas reales, siempre ha tenido “frecuentes escaladas de violencia” donde ha llegado a usar un afilador de cuchillos, un bate de béisbol y una señal de tráfico “como armas”. Así, se aferran a la ley de armas del país “con el fin de poner en peligro la vida, la salud o la libertad de las personas o los bienes de terceros mediante su utilización indebida”.